Abidjan - No es solo el cambio climático el que causa tragedias humanitarias, sino que también hay responsabilidades humanas. Así lo afirma la Conferencia Episcopal de Costa de Marfil en un comunicado en el que expresó sus condolencias por las veinte víctimas de las inundaciones de Abiyán, sucedidas durante la noche del 18 al 19 de junio . Después de agradecer su esfuerzo a las autoridades y a todos los que han prestado asistencia a la población afectada, los obispos subrayan los riesgos de la expansión urbana, a menudo alimentada por la corrupción, en un entorno urbano como el de la ciudad de Abiyán, situada en una laguna y está atravesada por canales.
“En una gran ciudad como Abidján, que se está desarrollando rápidamente y cuya urbanización es frenética, existe el riesgo de que los asentamientos no planificados violen las normas de seguridad y la topografía natural de la ciudad”, explican los obispos. “Es probable que se encuentren irregularidades fruto de la especulación en los edificios cercanos a las zonas más comprometidas”.
El gobierno de Costa de Marfil ha anunciado el desalojo de los habitantes de las áreas en riesgo de Abidjan. La disposición fue tomada el 21 de junio al final del Consejo de Seguridad Nacional presidido por el presidente Alassane Ouattara. Según un comunicado leído en la televisión nacional por el ministro del Interior, Sidiki Diakite, el gobierno ha decidido destruir los edificios construidos en las rutas de desagüe de las zonas propensas a las inundaciones.
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