Johannesburgo -Fuerte condena de la Iglesia de Sudáfrica por el asalto a la mezquita de Malmesbury, un pueblo que está a 65 km al norte de Ciudad del Cabo, que tuvo lugar el 14 de junio. “En nombre de los obispos de Sudáfrica y la Iglesia católica, queremos expresar nuestra profunda conmoción y horror ante las atrocidades cometidas en la mezquita de Malmesbury”, reza un comunicado enviado a la Agencia Fides, firmado por monseñor Esteban Brislin, arzobispo de Ciudad del Cabo y Presidente de la Conferencia de Obispos Católicos del África Austral . “Ofrecemos nuestras condolencias a las familias de aquellos que han perdido la vida en este brutal ataque y rezamos para que el Todopoderoso les dé fuerza y consuelo. También rezamos para que la comunidad de la mezquita de Malmesbury, devastada por la profanación de este lugar sagrado, reciba también fuerza y consuelo”.
El asalto fue cometido por un hombre armado con un cuchillo que ingresó a la mezquita a primera hora de la mañana del 14 de junio. El atacante arremetió contra cuatro personas, asesinando a dos de ellas, incluido el imán de 74 años. Después el criminal fue abatido por la policía. Este es el segundo ataque en un mes en una mezquita sudafricana. El 10 de mayo, poco después de la oración del mediodía, tres hombres armados con pistolas y cuchillos entraron en la mezquita del Imán Hussein en Verulamio, Durban, y después de apuñalar a tres personas, incendiaron el local . El Imán fue asesinado y otras dos personas resultaron heridas.
“Ha pasado un mes desde el ataque a la mezquita en Verulam y alentamos a los servicios policiales a seguir trabajando incansablemente para llevar a los perpetradores ante la justicia”, asegura monseñor Brislin. “Aunque las circunstancias del ataque de Malmesbury parecen ser diferentes de las de Verulam, se debe realizar una investigación exhaustiva para descubrir el motivo de ambos ataques”.
El presidente de la SACBC concluye pidiendo que estos episodios no sean aprovechados para impulsar la violencia sectaria. “No permitiremos que aquellos que tienen motivaciones siniestras pongan una fe en contra de la otra, ni exacerben las tensiones dentro de los grupos religiosos. Llamamos a todos los sudafricanos a expresar su respeto incondicional por la vida humana y su compromiso de trabajar por la paz”.
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