Managua – "Este gobierno tiene que demostrar voluntad política. Esto no es un juego, esto es serio para el futuro de Nicaragua. Aquí no se pueden seguir asesinando más personas", expresó Monseñor Silvio Báez, Obispo Axiliar de Managua, anunciando que ayer, martes 19 de junio, la mesa de Diálogo Nacional no se abriría como estaba previsto. La nueva suspensión durará hasta que el gobierno de Ortega presente a todos los miembros del Diálogo la evidencia de haber invitado oficialmente a los organismos internacionales de derechos humanos, tal como se acordó en la última sesión. .
“Se suspende el plenario del dialogo nacional, si estos organismos no muestran la invitacion de que el gobierno los ha invitado” escribió a Fides Mons. Báez, que forma parte de la Comisión de Mediación de la Iglesia Católica que participa en este diálogo entre la Alianza Cívica y el Ejecutivo.
Ayer, al menos cinco muertos y más de setenta heridos son el resultado de los enfrentamientos con miembros de la policía antidisturbios y los paramilitares, que recientemente atacaron el vecino municipio de Ticuantepe, y que después tomaron la ciudad de Masaya, al este de la capital de Nicaragua.
El Cardenal Leopoldo Brenes, Arzobispo de Managua, luego de ser informado de la situación directamente por los párrocos de Masaya, a través de un comunicado de prensa solicitó al gobierno y a la policía que detengan los ataques contra la población. A través de las redes sociales, Mons. Báez insistió en que el régimen del presidente Daniel Ortega debe detener la represión en Masaya.
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