Jerusalén - El proyecto de ley israelí que quiere confiscar los bienes de la Iglesia en Israel no está en vía muerta. Sigue su curso hacia la aprobación y se trata de “un ataque sistemático sin precedentes contra los cristianos de Tierra Santa”, capaz de violar “los derechos más elementales” y socavar “el delicado tejido de relaciones” establecido hace décadas entre las comunidades cristianas locales y el estado judío.
Es lo que afirman los responsables de la gestión compartida del Santo Sepulcro, en una carta a Benjamin Netanyahu, en la que le piden “actuar de forma rápida y decisiva para bloquear el proyecto de ley cuya aprobación unilateral obligará a las iglesias a responder de la misma manera”. La carta lleva las firmas de Teófilo III, - patriarca griego-ortodoxo de Jerusalén -, Nurhan Manougian, - patriarca apostólico armenio de Jerusalén-, y el padre Francesco Patton OFM, Custodio de Tierra Santa.
La carta de los tres líderes cristianos vuelve a sacar a la palestra la polémica con el gobierno israelí que, a finales de febrero, empujó las Iglesias locales a cerrar durante tres días las puertas del Santo Sepulcro como forma de protesta. En ese momento, el proyecto de ley que provocó la reacción de los líderes cristianos pretendía garantizar al gobierno israelí la posibilidad de confiscar los bienes inmuebles eclesiásticos que fueron cedidos en alquiler por largos períodos, - hasta 99 años -, al Fondo Judío Nacional, y que en los últimos tiempos los mismos sujetos eclesiales, para hacer frente a sus deudas, habrían vendido a grandes grupos inmobiliarios privados. El Parlamento israelí llevaba tiempo trabajando en este proyecto de ley que autoriza la expropiación de estas tierras por parte del Estado de Israel, con el objetivo de evitar que dicha propiedad se vea envuelta en posibles disputas legales, y así proteger a los propietarios de casas y edificios construidos en esas tierras.
En febrero, los líderes de las iglesias locales suspendieron las protestas después de que el gobierno israelí prometiera iniciar negociaciones con las partes preocupadas por el controvertido tema. Ahora, los tres firmantes de la carta a Netanyahu informan de que han sabido, a través de los medios de comunicación, que el proyecto no había sido archivado y está a punto de ser presentado al Comité Ministerial para su aprobación futura.
La parlamentaria israelí Rachel Azaria, responsable del proyecto de ley, respondió a las preocupaciones de estos líderes eclesiales. Según Azaria, el proyecto de ley solo tiene como objetivo proteger a los residentes que viven en casas construidas en terrenos pertenecientes a las iglesias, evitando que estas propiedades puedan ser objeto de especulación. La parlamentaria también hizo hincapié en que el nuevo borrador del proyecto de ley tiene como objetivo ofrecer amplias garantías de protección a los propietarios de viviendas en tierras sujetas a potenciales disputas legales, sin referirse específicamente a las propiedades eclesiásticas.
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