Palembang - La capilla dedicada a San Zacarias, que acababa de ser inaugurada en la diócesis de Palembang, en el sur de Sumatra, Indonesia, fue atacada durante la noche del 7 al 8 de marzo por unos delincuentes que destruyeron una ventana y destrozaron el interior de la iglesia y el mobiliario litúrgico. Así lo confirma a la Agencia Fides el arzobispo Luis Sudarso, de los Sacerdotes del Sagrado Corazón , que dirige la archidiócesis de Palembang. “El pasado 4 de marzo bendije la nueva capilla que está en un pueblo de una zona aislada, a tres horas de viaje desde la parroquia. Fue una celebración que tuvo lugar en una atmósfera de gran cordialidad, con la sincera participación de los líderes de las aldeas, de las autoridades civiles y de los líderes religiosos musulmanes. La iglesia fue construida de acuerdo a la ley vigente. Este acto de violencia gratuita nos sorprende, pero creemos que es obra de unos pocos elementos radicales que quieren alimentar, aquí y en toda Indonesia, el odio religioso, la intolerancia y la violencia”. El arzobispo informa de que en el lugar ahora está el párroco, los oficiales de policía, las autoridades civiles y muchos musulmanes que han acudido para expresar su simpatía y también para ayudar a limpiar la iglesia. “La policía está investigando. Los actos de profanación como este se perciben como una vergüenza para toda la sociedad”, declara.
Monseñor Sudarso ha expresado su condena y su disgusto. Asegura además que la respuesta de la Iglesia local es “la búsqueda de justicia, de acuerdo con el estado de derecho, sin caer en la trampa de la reacción emocional: nos duele este acto pero nos consuela la solidaridad recibida por parte de los muchos musulmanes que lo desaprueban”. En la isla de Sumatra, “hay pueblos musulmanes que viven un Islam tradicionalista, pero también debemos decir que los cristianos, -las pequeñas minorías-, vivimos en paz con ellos y que solo unos pocos grupos extremistas tratan de socavar esta convivencia”, indica el arzobispo. En Palembang, archidiócesis que abarca tres provincias por un total de 13 millones de habitantes, viven 80 mil católicos, divididos en 26 parroquias.
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