Lima - La condición de la mujer en América Latina sufre un déficit en materia de derechos, en la inclusión social y en la igualdad de oportunidades, a pesar de los avances logrados; es tarea de la prensa católica mantener la atención sobre estos temas, en fidelidad a los valores evangélicos: así lo señalan las voces de las periodistas de la asociación mundial de la prensa católica “Signis”, en la sección de América Latina y el Caribe, recogidas por la Agencia Fides con motivo de la fiesta del 8 de marzo. Según la peruana María Rosa Lorbés, en los últimos diez años se han realizado avances en la Iglesia y en la sociedad pero aún son insuficientes. La periodista enfatiza el salto cualitativo en la conciencia colectiva impulsado por la marcha histórica “Ni Una Menos” que el 13 de agosto de 2016 convocó a miles de hombres y mujeres para “denunciar todas las formas de violencia de género”. Sin embargo, Perú todavía ocupa un poco envidiable tercer lugar en el índice de violaciones a nivel mundial, superado solo por Etiopía y Bangladesh. En la Iglesia, todavía sigue siendo fuerte en algunos lugares, la virtual servidumbre a la que están sometidas las religiosas, pero el Santo Padre aporta esperanza en este sentido, porque nunca pierde la ocasión de denunciar las violaciones contra la integridad femenina, “como las esterilizaciones forzadas, y la petición de leyes más duras contra el feminicidio”. Estos temas están en el centro de la reunión de la Cepal en curso del 6 al 9 de marzo en Roma, titulada “La mujer, pilar en la edificación de la iglesia y de la sociedad en América Latina”.
Desde México, Jimena Esquivel señala los avances en materia de salud, educación y participación de las mujeres en el mercado laboral, al tiempo que recuerda que las mujeres se encuentran entre las víctimas más frecuentes de la violencia criminal en el territorio nacional. Como secretaria del área social de la Cáritas Nacional de México, Esquivel no olvida a las indígenas, “víctimas por partida doble, porque son mujeres y porque forman parte de los pueblos originarios”. El papel de la prensa católica es vital, señala Alba Ysabel Perdomo, profesora y periodista católica, que pide “más espacio para las voces femeninas” para garantizar una mejor formación de la conciencia cívica. A lo que le hace eco Cristina Maciel, presidente de la sucursal local de Signis en Paraguay: “Al permitir una atención especial sobre estos temas, las periodistas católicas tenemos la fuerza necesaria para transformar nuestras vidas, nuestros vecindarios y nuestras ciudades. No podemos pecar de omisión: debemos elevar nuestra voz en pro de la justicia, según ejemplo que nos ofrece Jesucristo”.
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