Astana - "Las nuevas iniciativas sociales anunciadas por el presidente kazajo Nazarbayev podrían mejorar la situación incluso en el ámbito religioso y lograr cambios a favor de la libertad religiosa de los ciudadanos de Kazajistán, donde las comunidades religiosas sufren restricciones por motivos de seguridad", así lo declara a la Agencia Fides, David Cancarini, investigador de la Universidad Católica de Milán, al explicar el plan de las nuevas iniciativas sociales lanzadas por el presidente de Kazajistán, Nursultan Nazarbaev. Entre las reformas anunciadas, el presidente ha hablado sobre nuevos préstamos hipotecarios, reducción de la carga fiscal a los ciudadanos con salarios bajos, aumento del acceso y calidad de la educación universitaria, aumento del microcrédito y expansión de la producción de gas en todo el país.
Cancarini dice que "si las cinco iniciativas sociales se llevan a cabo, será posible el progreso del país, primero para los ciudadanos kazajos. Del 2014 al 2015 los ciudadanos considerados "pobres" pasaron de 1,1 millones a 1,4 millones. Las medidas beneficiarían a Kazajistán en términos de competitividad y de imagen a nivel global. De hecho, se trata de la República de Asia Central con mayor peso diplomático a nivel internacional, tal como lo demuestra al haber obtenido la presidencia de la OSCE en 2010". Las cinco iniciativas, explica Cancarini, forman parte de un proyecto a largo plazo que se puso en marcha en 2012 con el “Kazakhstan 2050 Strategy”, que tiene como objetivo hacer del país una de las 30 principales economías del mundo en los próximos 32 años, a través de una serie de reformas en el ámbito político, económico y social: "el régimen liderado por Nazarbaev, asentado en el poder desde la disolución soviética, se ha caracterizado históricamente por una mezcla de autoritarismo político y una relativa apertura desde el punto de vista económico. Ante esta situación, la legitimidad del presidente siempre ha estado relacionada con el crecimiento económico del país, un elemento básico del contrato social".
Esta política funcionó sin problemas hasta el 2014, "año en el que - debido a la caída en el precio del petróleo- el crecimiento del PIB se detuvo, mostrando en toda su magnitud la dependencia de Astana de los ingresos garantizados por la exportación de hidrocarburos. La diversificación económica juega, por lo tanto, un papel esencial para la continuación del régimen, incluso si se considera la sucesión de Nazarbaev, de 77 años de edad. Por tanto, invertir en educación y en la posible creación de empresas privadas, quitando cuotas de mercado a las estatales, se ajusta plenamente a ese objetivo", concluye Davide Cancarini. En Kazajistán, un país donde viven comunidades de diferentes nacionalidades y confesiones religiosas, el presidente Nazarbaev ha aplicado una política religiosa moderada de apertura prudente, a la vez que combate el extremismo y el terrorismo. En los últimos años, el gobierno ha promulgado una serie de medidas que limitan y controlan las actividades de las asociaciones y comunidades religiosas. Según los datos oficiales proporcionados por el Ministerio de Asuntos Exteriores de Kazajistán, de un total de 17 millones de habitantes, el 70% son musulmanes, el 26% son cristianos, y el 1% de estos son católicos.
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