Kara - “Algo que no puede ignorarse, cuando hablamos de la Iglesia africana, es que, si el Espíritu Santo es la fuerza invisible de la Iglesia de África, las mujeres, sin duda, son la fuerza tangible. Las mujeres son más numerosas, más valientes, más dinámicas, más activas y, a veces más competentes. Sin mujeres, nuestras iglesias en África estarían casi vacías, tanto como en términos de presencia y como de fuerza”. Es lo que indica, en conversación con la Agencia Fides, el padre Donald Zagore, de la Sociedad de Misiones Africanas, comentando el recién celebrado Día de la Mujer. “En el imaginario cultural y político de la propia sociedad africana, las mujeres, a pesar de la fuerza vital que representan, son continuamente relegadas a un segundo plano. El poder masculino, incluso en minoría, todavía impone su legendaria supremacía. ¿No ha llegado el momento de mirar más allá e involucrar más a las mujeres en el liderazgo de la Iglesia?”, destaca el sacerdote.
El padre Zagore señala que “sin atender al feminismo radical y ateo que ahora es el paladín de una humanidad desnortada y que tiene la intención de abolir las diferencias de género, es necesario invitar a las mujeres a tomar más responsabilidades en la gestión de la vida eclesial. Para alcanzar este nivel es necesario reinventar la teología de la mujer”. Esta reflexión teológica, -sugiere-, “debe encontrar su origen en la primera de la teología mariana. En María, Madre de Dios, Madre de la Iglesia, está la mujer que lleva a la Iglesia en su vientre con su dinamismo espiritual y material”. Desde otro punto de vista, -continúa el padre Donald-, África tiene como modelo eclesiológico “la Iglesia familia de Dios. Es maná del Cielo enviado para que la mujer esté más comprometida dado que la mujer es el pulmón de la familia en la cultura africana. Sin la mujer la familia se derrumba. La Iglesia de África ganaría muchos abriendo los brazos abiertos a las mujeres”.
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