Kara - La Pascua, el misterio central de la fe cristiana, tiene un significado especial y trae buenos augurios para el continente africano: “En esencia, la Pascua es el paso de la muerte a la vida”, indica a Fides el padre Donald Zagore, teólogo marfileño de la Sociedad de Misiones Africanas , explicando el significado de la inminente Pascua en el continente. “¿Cuántas veces deseamos que nuestra condición de continente marcado por los desastres, la esclavitud, la miseria y la muerte se transforme en vida para que alumbre un continente donde la vida se celebre en lugar de preferir la muerte, donde se escoja el amor y no el odio, la paz y no la guerra? En nuestro continente hay mucha hambre y sed de vida”, continúa el misionero.
“Más allá del carácter festivo y de su dimensión litúrgica, la Pascua debe convertirse para África en un estado mental continuo, en una forma de pensar activa, en un canal de acción, en una ética en la que el africano se pueda desarrollar y realizar. La ética de Pascua, -que es una ética que promueve la libertad y la vida en libertad-, debe convertirse en la base sobre la que se construya constantemente la vida cotidiana del hombre africano. Debe convertirse en parte de la herencia sociocultural y espiritual del hombre africano”, señala el padre Zagore.
El misionero dice que está convencido de que “para llevar a cabo este proyecto será necesario profundizar en el misterio pascual para encontrar la fuerza, la gracia y los argumentos necesarios. El misterio de la Pascua comienza con el misterio de la Encarnación. Lo que se celebra durante la Encarnación es, ante todo, la reconciliación de lo que antes se oponía: la reconciliación entre Dios y el hombre. Esta es la misma reconciliación que termina en Pascua con el sacrificio extremo de Cristo”. El padre Donald concluye: “África necesita redescubrir esta experiencia divina de reconciliación. El Papa Benedicto XVI, en Africae Munus, -la Exhortación Apostólica postsinodal sobre la Iglesia en África al servicio de la reconciliación, la justicia y la paz-, dice que la misión hoy en África se puede entender solo en términos de reconciliación. El sacrificio de Cristo, que ha reconciliado todo con su sangre, no debe reducirse a una ilusión. Esta es la razón por la que vivir la reconciliación, más que un desafío, es un imperativo para el África que nazca de la Pascua. La vida ofrecida por la ética de reconciliación de la Pascua solo tendrá sentido en una África reconciliada consigo misma y que haga de la reconciliación su razón de ser”.
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