Yangon – “Estos son tiempos difíciles. Mi oración los acompaña a cada uno de ustedes mientras se enfrentan al desafío de la pandemia. Dios protegerá a nuestra nación. Ahora nos acercamos a otras elecciones en noviembre. Esto nos llama a cumplir nuestro deber como ciudadanos, al elegir a nuestros representantes. En este momento histórico, me dirijo a cada uno de ustedes, no como un político, sino como una persona religiosa, como su hermano que solo desea el bien común y el bienestar de toda la comunidad de Myanmar”: Con estas palabras comienza el llamamiento lanzado por el cardenal Charles Maung Bo, arzobispo de Yangon, que se dirige a los ciudadanos birmanos de cara a las elecciones generales previstas para el 8 de noviembre de 2020.
En el mensaje de 10 puntos, enviado por el Cardenal a la Agencia Fides, se afirma, en primer lugar, “el deber sagrado del voto”: “El voto no es solo un derecho, sino un deber sagrado. Esto es parte de nuestro largo peregrinaje hacia la democracia. Insto a todos a que se aseguren de que su nombre está en la lista de votantes y a estar presentes en las urnas el día de las elecciones. La participación activa de los ciudadanos es fundamental en la democracia”.
En segundo lugar, el prelado señala que “votar es la única forma de tener una paz duradera”: “El florecimiento de una democracia robusta es la única esperanza para curar a esta nación, dañada por los conflictos internos. Como hijos e hijas de esta gran nación dorada, merecemos la paz. La respuesta armada ha matado dolorosamente a muchos, creando miles de refugiados y desplazados internos. Esta era oscura debe terminar. Nadie ha ganado una guerra en este país. La paz es posible, la paz es el único camino. Nuestras grandes religiones promueven el principio de la paz: les insto a votar por la paz”.
El tercer punto subraya la urgencia de “empoderar a los que no tienen voz a través de la democracia”: “La democracia da poder a los débiles y vulnerables. Para la participación real de los pobres en el gobierno, las elecciones son esenciales. No dejemos que la pobreza desaliente la participación en las elecciones. Optar por partidos que opten por el bienestar de los pobres.
El mensaje también pide, como cuarto punto a abordar, “garantizar la justicia económica y ambiental”: “Todas las religiones han afirmado que no hay paz sin justicia. La paz en esta nación sangrante no llegará hasta los recursos de este país no se pongan al servicio de todos, especialmente de las comunidades pobres y marginadas. Juzguen a los candidatos, eviten a los saqueadores que han devastado todos nuestros recursos y nos han empobrecido. Los ladrones no pueden representarnos”.
El quinto punto destaca la urgente necesidad de “identificar a los comerciantes del odio”: “La comunidad y el cuidado del bien común son los pilares sobre los que marcha una democracia. El odio común y el chivo expiatorio se están convirtiendo en herramientas poderosas para el banco para la votación. La comunidad mundial ha expresado su horror por las manipulaciones de los comerciantes del odio en Myanmar, disfrazados de protectores de la religión y la etnia, alentados por las redes sociales como Facebook. Estas personas están en connivencia con los saqueadores de nuestra nación, no son sus guardianes. Debemos identificarlos y entregarlos a la basura de la historia”.
El Cardenal pide a los ciudadanos – en el sexto punto -, que rechacen a los “partidarios de las mafias extranjeras”: “Myanmar da la bienvenida a las inversiones extranjeras bien intencionadas que construyen un futuro sostenible para nuestro pueblo. Desafortunadamente, hordas de elementos extranjeros en connivencia con amigos locales, han declarado a Myanmar como la última frontera para ganar un botín fácil. Muchas de estas personas no patriotas participan en estas elecciones. Identifíquelas: no deben ser parte de ninguna democracia”.
El séptimo requisito es “invertir en desarrollo humano”: “En una nación bendecida con recursos humanos jóvenes y enérgicos, nos espera un futuro rico. Nuestros gobernantes deben afirmar el desarrollo humano como un derecho fundamental. Los regímenes anteriores negaban el desarrollo de nuestro pueblo, reduciendo a este país que alguna vez fue rico a un país de bajo desarrollo. Elijan candidatos que tengan un plan claro para el desarrollo humano”.
“Buscad la integridad no solo la inteligencia”, insta el octavo párrafo. “Myanmar – observa -, necesita líderes con inteligencia, pero animados por un sentido de liderazgo al servicio, que encarne grandes valores de honestidad, integridad, responsabilidad y transparencia. El poder proviene del servicio. Myanmar ya ha tenido líderes fuertes. Es el momento de los líderes servidores”.
En el noveno punto, se lanza un llamamiento a los “líderes que sepan luchar contra las múltiples pandemias”: “La respuesta a la pandemia Covid-19 ha demostrado cómo un gobierno decidido podría reducir la devastación. El pueblo de Myanmar ha sufrido otras pandemias: la del hambre, la pandemia de conflictos y desplazamientos, la pandemia de la migración insegura, la pandemia de la educación de baja calidad. Que estas elecciones nos traigan guerreros capaces de luchar contra todas estas pandemias”.
Finalmente, en el décimo y último punto del documento, el cardenal Bo espera que se “vote por el verdadero federalismo político y económico: el general Aung San vivió y murió por el sueño del auténtico federalismo político y económico. Voten por los que apoyan el sueño del general Aung San. Que haya un nuevo amanecer de paz y prosperidad”.
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