Según informa el padre Angelo Pelis, misionero de los Oblatos de María Inmaculada, que pasó años como misionero en el pequeño país del sudeste asiático, el rito de inauguración y consagración de la nueva iglesia fue presidido por el cardenal Louis-Marie Ling Mangkhanekhoun, vicario apostólico en Vientiane, con la participación de numerosos sacerdotes y de la pequeña comunidad católica laosiana.
La nueva estructura de culto supone un paso más para la pequeña Iglesia laosiana, que vive en un país políticamente comunista. El 29 de abril de 2018, la comunidad católica dio la bienvenida a cuatro nuevos sacerdotes en una solemne Eucaristía celebrada en la Catedral de San Luis, Takhek, en el centro de Laos.
Un acontecimiento crucial en la vida de la Iglesia local fue el celebrado el 11 de diciembre de 2016, cuando el cardenal filipino Orlando Quevedo, enviado especial del papa Francisco a Vientián, proclamó la beatificación de 17 nuevos mártires, entre los que se encontraban misioneros y laicos laosianos.
Los mártires habían sido reconocidos por el Papa Francisco en 2015, en dos causas de beatificación distintas: la primera fue la del misionero italiano Mario Borzaga y el catequista Paolo Thoj Xyooj, que dan nombre a la nueva iglesia; la segunda se refiere a ThaoTien, el primer sacerdote laosiano, y 14 compañeros.
El cristianismo es una religión minoritaria en Laos, una nación predominantemente budista. Hay tres iglesias reconocidas en el país: la Iglesia Evangélica Lao, la Iglesia Adventista y la Iglesia Católica Romana. Hay unos 60.000 católicos , muchos de los cuales son de etnia vietnamita, concentrados en los grandes centros urbanos y las zonas circundantes a lo largo del río Mekong, en las regiones del centro y el sur del país; unos pocos pertenecen a minorías étnicas locales.
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