La Basílica está situada en el centro de la ciudad de Higuei, y es el complejo mariano más importante del país, así como el más frecuentado por los dominicanos y los turistas, que acuden en gran número en peregrinación, especialmente para la fiesta. La Patrona de la República Dominicana ha recibido el título de "Altagracia" porque nadie puede otorgar más gracias a sus hijos que ella, la Madre de Dios.
La imagen de Nuestra Señora de la Altagracia ha sido coronada por el Papa Pío XI y por el Papa Juan Pablo II: la primera coronación tuvo lugar el 15 de agosto de 1922, la segunda el 12 de octubre de 1992, durante la segunda visita de San Juan Pablo II al país.
“Invitamos a las distintas parroquias de la Diócesis de Nuestra Señora de la Altagracia y a todo el pueblo cristiano a participar con la alegría que caracteriza al creyente que peregrina por este mundo, confiado y esperanzado en las promesas de nuestro Dios, nuestro Padre celestial”, escribe el Obispo de la Diócesis de Nuestra Señora de la Altagracia, Monseñor Jesús Castro Marte, en una carta a los fieles, recibida por la Agencia Fides, que también firma el Padre Evaristo Areché Freijomil, Rector de la Basílica. “Conscientes de la situación sanitaria que vive el país, debido a la ola de contagios provocada por el Covid-19 y sus variantes”, continua el Obispo, “se han tomado las medidas pertinentes para garantizar la distancia física y evitar así las aglomeraciones; además de seguir escrupulosamente los protocolos sanitarios, establecidos por el Ministerio de Salud Pública y Asistencia Social, con el fin de proporcionar un entorno seguro a los peregrinos”.
Tras recordar las normas sanitarias que deben observarse, el Obispo pide la colaboración de todos los que participarán en las celebraciones, “porque como cristianos debemos ser ciudadanos ejemplares” y concluye: “Ponemos a los pies de nuestra Madre de la Altagracia las necesidades del pueblo dominicano, para que siga intercediendo y acompañándonos en estos momentos difíciles que vive nuestro país y el mundo”.
El mismo día 21 de enero, se impartirá una “bendición nacional por aire, mar y tierra”, según ha anunciado monseñor José Grullón, obispo emérito de San Juan de la Maguana y presidente de la Comisión Nacional del Centenario. Varios obispos se reunirán en el Aeropuerto Internacional La Isabela , desde donde partirán sacerdotes en aviones, barcos y vehículos del ejército, llevando el Santísimo Sacramento y la imagen de la Virgen de la Altagracia para bendecir al pueblo dominicano durante una hora. Durante la bendición nacional, se invita a los dominicanos a ondear un pañuelo blanco en agradecimiento a la Virgen que los protege desde hace más de 500 años.
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