Juba - La situación en el país más joven del mundo, que se creó en 2011 tras independizarse de Sudán, sigue siendo muy incierta. A los desafíos abiertos por el “Revitalised Agreement for the Resolution of the Conflict in South Sudan” de septiembre de 2018, se suman nuevos problemas como las continuas tensiones en muchos lugares del país donde la población vive en constante miedo por sus propias vidas y las de sus seres queridos. La misionera comboniana Elena Balatti, en una nota enviada a la Agencia Fides explica que “existen situaciones de violencia generalizada que provocan la muerte de civiles y del ganado y se da un continuo del abuso y desprecio por los derechos humanos. Hay episodios de violencia intercomunitaria con ataques entre poblaciones vecinas que se convierten en enemigos. Sudán del Sur necesita resolver sus antiguos problemas, como la acumulación de odio y resentimiento. Sudán del Sur necesita paz”.
En este contexto, llega con cierto alivio la noticia de la decisión de la administración de Pibor de devolver a la población de Akobo cientos de reses previamente robadas, en un gesto de buena voluntad y alivio de las tensiones. La noticia llega como una señal de paz después de meses de graves enfrentamientos entre las etnias nuer de Akobo y murle de Pibor. “La devolución es un acto de justicia restaurativa que esperamos que ponga fin a un ciclo de violencia. Es una excelente manera de desear a todos un Feliz Año Nuevo”, indica sor Elena Balatti.
En este contexto, del 21 al 23 de diciembre, visitó Juba, la capital de Sudán del Sur, el Secretario para las Relaciones con los Estados del Vaticano, monseñor Paul Richard Gallagher, quien subrayó “el gran apoyo a una visita del Santo Padre” en Sudán del Sur y no descartó la posibilidad de su viaje a lo largo de 2022. “Evidentemente no hay un momento perfecto”, dada la situación de incertidumbre e inestabilidad que vive el país desde hace muchos años, “pero hay que avanzar en el proceso de discernimiento”, añadió el Secretario.
Durante la visita, monseñor Gallagher se reunió con las autoridades políticas y religiosas del país y mantuvo una entrevista con el presidente de la República, Salva Kiir, a quien confió el continuo interés y cercanía del Santo Padre al pueblo de Sudán del Sur para que pronto llegue la paz y la estabilidad. Por su parte, el presidente aseguró al enviado vaticano que nunca llevará de nuevo al país a la guerra.
Cabe señalar que el panorama general de Sudán del Sur se ve agravado por una serie de inundaciones sin precedentes. Por tercer año consecutivo desde 2019, el país ha experimentado inundaciones constantes desde el pasado mes de mayo que han afectado a más de 620.000 personas en diez estados diferentes. Las inundaciones provocaron la destrucción de granjas y la pérdida de cientos de cabezas de ganado, sumergieron edificios escolares, centros de salud y obligaron a muchas familias a huir. La inseguridad alimentaria de la población se ha visto afectada por estos fenómenos dado que la entrega de ayudas ha sufrido serios retrasos debido al grave daño que han sufrido muchas de las infraestructuras.
La misionera sor Elena Balatti recuerda además que, tras el grave atentado del que fue víctima el padre Christian Carlassare, MCCJ, obispo electo de Rumbek, los católicos están a la espera de su consagración oficial este año, aunque todavía no se ha determinado una fecha.
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