El Obeid - El domingo 2 de enero de 2022 se conoció la noticia de la dimisión del primer ministro sudanés Abdalla Hamdok, quien declaró que no podía devolver el poder a la población civil tras el golpe de Estado militar del pasado 25 de octubre. Miles de personas protestaron contra el gobierno militar el domingo, tanto en la capital Jartum como en la cercana Omdurman. Ahora el poder volverá por completo a los militares en detrimento de la seguridad de toda la población.
“Libertad, paz, justicia y un país que acoja a todos y busque cambiar y construir un nuevo Sudán en el que todos sean iguales, como un pueblo y una nación”. Es el lema de la revolución popular que terminó con el derrocamiento del séptimo jefe de Estado, Omar al-Bashir, tras tres décadas en el poder. Precisamente, el obispo de la diócesis de El Obeid, monseñor Yunan Tombe Trille Kuku, destacó estas palabras con motivo de su mensaje de Navidad y Año Nuevo 2022.
“La seguridad de los hermanos y hermanas sudaneses es la seguridad de Sudán”, declaró el obispo, que también es presidente de la Conferencia de Obispos Católicos de Sudán , en la nota enviada a la Agencia Fides.
El arzobispo Trille destaca la urgente necesidad de seguridad para todos los ciudadanos del país y la renovación de la fe a través de la confianza en Dios y la participación en la promoción de la paz. “En Navidad busquemos el perdón para comenzar una nueva página en nuestra vida con los que nos rodean y tratemos de amar a Dios y a los demás porque los que no aman, no conocen a Dios”, señala el obispo que destacó que la Navidad es “el tiempo de pensar en los demás, un tiempo de abnegación, en el que perdonamos y valoramos nuestra vida, nuestro comportamiento y nuestra relación con Dios y las personas para cambiar y ser mejores de lo que somos ahora”.
Según el prelado, el régimen anterior utilizó la discriminación, exclusión y marginación para gobernar el país desde la independencia, dando lugar al actual Sudán. El nuevo Sudán que todos buscan “es mejor con la cooperación de todos los orgullosos sudaneses, militares o civiles sin odio tribal ni racismo”. El obispo Trille invita a todos los creyentes cristianos a rezar por todas las autoridades “para que podamos llevar una vida pacífica con toda devoción y dignidad”.
Desde octubre, cientos de sudaneses han sido agredidos o detenidos. Sudán tiene alrededor de 44 millones de habitantes y se encuentra en una situación crítica desde que el dictador Omar Bashir se viera obligado a dimitir hace dos años tras las masivas protestas populares. Se esperaba que el primer ministro Hamdok liderara un gobierno compuesto por técnicos civiles y militares hasta las nuevas elecciones, programadas para julio de 2023.
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