Lima – “Existe una gran preocupación y consternación en la ciudadanía por el desastre en el mar de Ventanilla, provocado por el derrame de 6.000 barriles de petróleo, cuyas consecuencias aún no han sido calculadas en su totalidad, y que afectan a dos Áreas Protegidas, al ecosistema del lugar, a la vida de cientos de pescadores, a los habitantes de la zona, pero también a las aves y al Plancton” lamenta Miguel Cabrejos Vidarte, Arzobispo de Trujillo, Presidente de la Conferencia Episcopal Peruana y Presidente del Consejo Episcopal Latinoamericano .
En su declaración, recibida en la Agencia Fides, el Arzobispo recuerda que “Dios confió al hombre la tarea de ‘cultivar’ y ‘cuidar’ la tierra que había hecho con amor paternal. Nuestra rica biodiversidad es un regalo”. Por ello insta: “Hay que actuar rápidamente” y los protagonistas implicados “deben asumir sus responsabilidades y remediar urgentemente el enorme daño medioambiental generado”.
El Ministerio de Asuntos Exteriores peruano lo ha calificado como el “peor desastre ecológico de los últimos tiempos”. Según fuentes oficiales, el derrame, ocurrido el 15 de enero, ha afectado hasta el momento un área de 1.739.950,9 m2 en la franja costera, que incluye 17 playas, desde la refinería española de Repsol en La Pampilla, donde se produjo el derrame hasta la playa de Peralvillo .
Publicar un comentario