Ciudad de México – La Red Clamor, la red eclesial latinoamericana y caribeña de migración, desplazamiento, refugio y trata de personas, junto con la Dimensión Episcopal de Movilidad Humana de la Conferencia Episcopal Mexicana, solicita al gobierno mexicano que “proponga mecanismos de regularización migratoria para las personas migrantes, con el fin de salvaguardar tanto sus vidas como su dignidad, durante su tránsito por territorio mexicano, evitando así hechos tan lamentables como los ocurridos en Chiapas”.
La tragedia en carretera, provocada por el choque de un camión en el que viajaban los migrantes contra un muro, ha ocurrido el 9 de diciembre en el estado mexicano de Chiapas. En el accidente han perdido la vida más de cincuenta personas migrantes y desplazadas y otras 100 han resultado heridas también graves. Todo esto es el “resultado de políticas migratorias cada vez más inhumanas”, subraya la declaración recibida en la Fides, citando el Servicio mexicano de los jesuitas para los refugiados. Los migrantes provenían de varios países de América Latina y se dirigían hacia Estados Unidos, entre ellos había hombres, mujeres, niños, niñas y adolescentes.
“No queremos que las cifras de migrantes, víctimas de la cultura del descarte y sometidas a diversas formas de violencia, sigan aumentando en el mundo – subraya la declaración -. Es momento de que los gobiernos y la sociedad civil seamos capaces de acoger, proteger, promover e integrar a las personas migrantes, refugiadas, desplazadas y víctimas de trata”. Por último recordando las palabras del Papa Francisco, la Red Clamor, expresa su profundo dolor y tristeza por las víctimas, desea una pronta recuperación a las personas heridas y manifiesta toda la cercanía y consuelo para sus familias.
En nombre del Santo Padre Francisco, el Cardenal Secretario de Estado, Pietro Parolin, envió un telegrama al Arzobispo de Tuxtla Gutiérrez , Su Excelencia Mons. Fabio Martínez Castilla, en el que expresa el dolor del Papa, su cercanía a las familias de las víctimas, ofreciendo oraciones de sufragio por los fallecidos y por la pronta recuperación de los heridos.
Sólo unos días antes del accidente, el 6 de diciembre, los obispos mexicanos habían lanzado un “Llamamiento urgente al Gobierno de México” en el que denunciaban, una vez más, la dramática situación de los migrantes en Tapachula, Chiapas: hacinamiento, retrasos en los trámites, acoso y abusos por parte de las autoridades locales y federales, a lo que añadían “la desesperación y los brotes de violencia ante las numerosas promesas incumplidas del Gobierno federal”.
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