Ciudad de México – “La situación de las personas migrantes en Tapachula, Chiapas, ha llegado a tomar una dimensión y complejidad alarmantes. Además del hacinamiento, demora en los trámites de solicitud de reconocimiento de la condición de refugiado y visa humanitaria, hostigamientos y abusos de parte de autoridades locales y federales, ahora se ha sumado la desesperación y los brotes de violencia de ellos, como respuesta a tantas promesas incumplidas de parte del Gobierno Federal”. Este es el dramático panorama que describen los obispos mexicanos en su «Urgente llamado al Gobierno de México» de hoy, 6 de diciembre, recibido también en la Agencia Fides.
El texto destaca que el gobierno federal no ha respetado los compromisos adquiridos con los migrantes para sus traslados y su regularización, lo que ha desencadenado una escalada de tensiones que ha provocado bloqueos y conflictos con la población local, poniendo en riesgo la seguridad física de ambos. “La situación que estamos viviendo es caótica: sufrimiento, desesperación y violencia - escriben los obispos -. En medio de esta compleja realidad, la Iglesia Católica, a través de la Diócesis de Tapachula, Chiapas, se ha mantenido firme en proveer de atención humanitaria a las personas migrantes, preocupada, además, por una política confusa e ineficaz del Gobierno Federal, la indiferencia del gobierno estatal y el rol de espectadores de los gobiernos municipales”.
Los obispos reiteran su deseo de hacer todo lo posible para ayudar a los migrantes, aunque los recursos sean limitados, ahora y en el futuro, con un profundo espíritu cristiano. A pesar de la generosa respuesta de las parroquias “que han hecho lo indecible por hacer frente a esta situación, pero vemos con preocupación que el nivel de exigencia de esta situación rebasa con mucho nuestros buenos propósitos”.
Por ello, la Conferencia Episcopal pide que los tres niveles de gobierno tomen medidas urgentes, “en el respeto de los derechos fundamentales de las personas migrantes”, ya que “corresponde al Gobierno de México crear condiciones dignas para el ejercicio de todos los derechos para todas las personas de acuerdo con la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos”. Además manifiesta su preocupación al detectar que “las personas migrantes son engañadas con falsas promesas por parte de criminales y estafadores que lucran con la necesidad y el dolor de quienes desean transitar por México”.
Poniendo de manifiesto con decepción la noticia de que el Gobierno de México ha decidido reanudar el programa MPP mejor conocido como “Quédate en México”, que viola múltiples principios internacionales en materia de refugio y asilo, los obispos esperan que los migrantes que atraviesan el territorio mexicano “puedan ver una luz de esperanza en este valle de indiferencia, dolor y discriminación por parte de las autoridades de los tres niveles de gobierno”.
Al tiempo que instan al gobierno mexicano a respetar sus compromisos de promoción y protección de los derechos fundamentales de los migrantes, los obispos reiteran la disposición de la Iglesia Católica a dialogar con el Gobierno Federal para encontrar propuestas eficaces. También recuerdan que los albergues de migrantes, en las diócesis de todo el país, continúan su labor humanitaria al servicio de los más pobres, migrantes, solicitantes de asilo, deportados, niñas, niños y adolescentes, sin importar su credo, nacionalidad, lugar de origen o cualquier otra condición.
“A todos y todas ustedes, obispos, sacerdotes, párrocos, religiosas, religiosos, laicas y laicos, les extendemos nuestro respeto, agradecimiento, respaldo y profunda admiración, ya que son el rostro y las manos de una Iglesia unida que siempre saldrá al encuentro de quienes más sufren. Les bendecimos y les invitamos a continuar ofreciendo esperanza y alegría”.
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