El P. Galli cuenta que llegó a Kolowaré para pasar unas pequeñas vacaciones en 2004. “Me quedé allí hasta ahora. Yo venía de Costa de Marfil, así que descubrí otro país, Togo, otros pueblos, los Tem-Kotokoli. Aunque no me conocían, fui acogido como un hermano, tanto por cristianos como por musulmanes que me abrieron sus conocimientos tradicionales, viniendo a la misión durante años para compartir conmigo su cultura, que yo intentaba compartir y dar a conocer”.
“Desde Sokodé con los niños de las escuelas de nuestras Hermanas Notre Dame des Apôtres , la Hermana Christine, Directora de la Escuela, los profesores, les ofrecemos nuestros deseos de una Navidad que abra nuestros corazones a las dimensiones del mundo. Digo 'nuestras hermanas' porque fueron fundadas por el segundo superior general de la SMA, el padre Augustin Planque”.
“Jesús es el regalo de Dios al mundo; los Reyes Magos le traen regalos, al igual que la Befana y Papá Noel a los niños, que esperan la víspera con ojos brillantes y ansiosos”, continúa el misionero. Algunos, sin embargo, no se limitan a decir ‘¡quiero, quiero!’, sino que realizan acciones inesperadas y revolucionarias: dan a su vez porque han comprendido el significado de la Navidad. Les mueve la ternura y el cuidado de los demás, quieren ser parte activa de lo que viven y lo hacen con el entusiasmo de los niños que deja desarmados”. El P. Silvano concluye agradeciendo a todos los que le han acompañado a lo largo de estos años, con la oración, la amistad, el apoyo y la participación activa “en lo que hemos tratado de hacer para estar cerca de mis compañeros de viaje, especialmente de los que más luchan en los caminos de la vida”.
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