Los religiosos rechazan el ambiente del periodo preelectoral, marcado por la desconfianza mutua y la violencia verbal, y subrayan que “En este tiempo de Adviento todos soñamos con esperanza un país distinto. Este resultado electoral nos debe hacer sintonizar con el espíritu que subyace en la democracia”. Luego la declaración expresa satisfacción por la masividad en la participación de los ciudadanos, especialmente la votación de jóvenes, y desea al nuevo gobierno “éxito y mucha fuerza para llevar adelante, con espíritu de diálogo muchos acuerdos que permitan avanzar hacia un país más equitativo y justo”.
Los religiosos continúan manifestando: “Necesitamos unirnos como sociedad. Los tiempos que enfrentamos son complejos y se necesita del apoyo de todos . Un país divido no puede proyectarse sin escuchar a todos. Por eso es tan importante que nos comprometamos con la concordia, para trabajar por la justicia y reconciliación”.
Tomando como referencia las indicaciones de la CLAR , los religiosos chilenos indican algunos de los desafíos presentes y futuros como nación, agrupándolos en tres temáticas: Renovar la opción por los excluidos, favorecer la ética del encuentro y del cuidado y optar por la ecología integral. El mensaje concluye con estas palabras: “Encomendamos a Dios y a María del Carmen, Reina de Chile, al presidente electo y su equipo de gobierno, que esta nueva etapa favorezca una mejor convivencia y calidad de vida para todos los hijos e hijas de esta Patria querida”.
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