AMÉRICA - Crece entre los jóvenes la conciencia de los derechos humanos, la Iglesia los acompaña en sus sueños y sus luchas.

Bogotá – “Nos llena de esperanza constatar que la conciencia sobre el respeto a los derechos humanos continua creciendo, tenemos enormes expectativas en las generaciones jóvenes y en los movimientos populares, que cada día luchan por conseguir formas de vida más humana. Deben saber que la Iglesia latinoamericana y caribeña los acompaña en sus sueños y en sus luchas”. Lo afirma el arzobispo Miguel Cabrejos Vidarte, presidente del Celam , en un mensajes por la Jornada Internacional de los Derechos Humanos, que recuerda la Declaración Universal de los Derechos Humanos firmada el 10 de diciembre de 1948.
El arzobispo de Trujillo recuerda que este aniversario es la ocasión oportuna para reafirmar que “todos los seres humanos nacen libres e iguales en dignidad y derechos y, dotados como están de razón y de conciencia, deben comportarse fraternalmente los unos con los otros”. Por tanto Mons. Cabrejos reconoce “la valentía de los defensores de los derechos humanos en nuestro continente latinoamericano y caribeño, muchos de ellos asesinados, otras víctimas de violencias y amenazas contra su integridad y la de sus familias”.
El Celam, en su camino sinodal y reiterando la opción preferencial por los pobres y los excluidos, se siente interpelado “por los dolores que padecen nuestros hermanos y hermanas en estas tierras y en estos tiempos: millones de hombres y mujeres han dejado sus familias y sus patrias por razones políticas y económicas, para buscar espacios de acogida en otras latitudes; también nos duele la situación de millones de latinoamericanos que no tienen acceso a las vacunas”. El mensaje, recibido en Fides, también critica las dictaduras atroces de algunos paises del continente, la degradación de la naturaleza y los millones de personas que carecen de un techo, una tierra o un trabajo. “Con el apóstol Santiago decimos que estas carencias, entre otras, son ofensas a Dios que claman al cielo”, subraya el arzobispo.
La Jornada Internacional de los Derechos Humanoes es “una invitación a reconocernos en tanto seres humanos, como hijos de un mismo Dios”, recordando lo que nos dicen las Sagradas Escrituras. La novedad del mensaje cristiano radica en el amar al prójimo que sognifica amar a Dios mismo. “Este mandamiento nuevo tiene consecuencias económicas, sociales y políticas, que se expresan en los derechos humanos y también en los deberes humanos. El amor al prójimo se debería reflejar en relaciones de justicia, equidad, libertad, paz y en la construcción del bien común” reitera el Presidente del Celam.
Por último Mons. Cabrejos recuerda que “la Declaración de los Derechos Humanos compromete a los Estados a respetar y hacer respetar la vida, la libertad y la seguridad de las personas” y encomienda a Nuestra Señora de Guadalupe “a los más vulnerables de la sociedad, y las intenciones de los hombres y mujeres de este continente que hacen posible una vida más justa y digna desde el respeto de los derechos humanos y la defensa de los más pobres y vulnerables de nuestra sociedad”.