Karachi - “No se debe permitir que nadie se haga justicia ni que abuse de las leyes contra la blasfemia. Todas las organizaciones y líderes religiosos han condenado la tortura infligida a la enfermera cristiana en el hospital. El Gobierno de Pakistán no tolerará estos abusos”: según la información de la Agencia Fides, así lo ha declarado Hafiz Tahir Mehmood Ashrafi, asistente especial del Primer Ministro para la armonía religiosa. Hafiz Tahir Mehmood Ashrafi, religioso musulmán al frente del Consejo de Ulema de Pakistán, ha expresado indignación y dolor por el tratamiento violento contra Tabitha Nazir Gill, una mujer cristiana acusada de blasfemia el 28 de enero mientras trabajaba en el Sobhraj Maternity Hospital, y ha prometido una investigación exhaustiva del incidente para desvelar cualquier abuso.
Tabitha Nazir Gill fue acusada de blasfemia por sus compañeros el 28 de enero por la mañana, tras lo cual fue arrastrada por el suelo del hospital, golpeada, amenazada, atada y torturada durante horas, hasta que la policía llegó a la institución y la tomó en custodia. Los agentes de policía, tras una primera investigación, la habían puesto en libertad sin cargos , pero al día siguiente registraron una denuncia en su contra tras las protestas de grupos musulmanes , quienes la acusan de haber utilizado términos despectivos sobre los profetas Adán, Abraham y Mahoma, delito que se castiga según el artículo 295 C del Código Penal de Pakistán.
El líder islámico Allama Shehryar Raza Abidi ha condenado el ataque y la violencia y, en un mensaje de video consultado por Fides, afirma: “Fue vergonzoso ver a mujeres musulmanas golpear a una mujer cristiana y usar un lenguaje ofensivo hacia ella. Esa violencia muestra su extremismo y fundamentalismo, que no son enseñanzas del islam, y comunica un mensaje y una imagen equivocada del islam. Este fundamentalismo no tiene nada que ver con el islam, que no propaga la violencia”.
Shehryar Raza Abidi comparte su preocupación por el reciente caso de Tabitha Gill y cita ejecuciones extrajudiciales que tuvieron lugar en el pasado, recordando el caso del gobernador de Punjab, Salam Taseer, asesinado en 2011, que solo había señalado el uso indebido de las leyes contra la blasfemia. Y agrega: “Si los asesinos se transforman en héroes del islam, es otra cosa triste que arruina la imagen del islam y de Pakistán. El islam nos enseña a estar con los oprimidos, a oponernos a la violencia, a proteger a los débiles: como seguidores del profeta Mahoma, debemos ser misericordiosos”.
El líder musulmán, expresando su preocupación por el creciente extremismo y fundamentalismo en el país, comenta: “Las acciones violentas no ofrecen el verdadero mensaje del islam y también dañarán a nuestras generaciones futuras. Insto a todos mis hermanos musulmanes a ser mensajeros de misericordia y amor para dar testimonio del islam auténtico”.
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