Foya – “Siento la responsabilidad de la evangelización y me gusta considerarme un 'maestro de la fe católica'. En cada acción mía me siento enviado para esta misión”. Buster Bockarie Junior es un joven catequista de la parroquia de Foya, al noroeste de Liberia. El párroco de Foya, p. Lorenzo Snider, sacerdote de la Sociedad para las Misiones Africanas cuenta a la Agencia Fides la experiencia de ese joven catequista.
Buster admira mucho al papa Francisco, quien habla de una Iglesia en salida - escribe el p. Lorenzo. El seminarista intenta privilegiar las visitas, salidas en las pequeñas comunidades de los pueblos, donde se dedica a escuchar. “Escuchar es importante, especialmente para aquellos que viven sin esperanza, que llevan una carga demasiado pesada en su vida, gente que lo perdió todo durante la guerra civil o durante la crisis del Ébola”.
En Foya, mucha gente vive en una cultura del silencio. Personas que no tienen voz y no pueden hablar debido a su fragilidad. En particular, las viudas y los huérfanos están marginados y no tienen derecho a hablar. Se ven obligados a sufrir de todo: robos, expropiaciones, violencias de todo tipo.
Buster explica: “Una mujer que sigue se queda viuda tiene que valerse por sí misma. Como una mujer de mi pueblo que se quedó viuda con diez hijos: la familia de su difunto esposo le quitó todo lo que tenía, con la excusa de que no era de su propiedad, sino de su esposo”.
“Los catequistas africanos son preciosos agentes pastorales en la misión de evangelización. Son africanos que han evangelizado a otros africanos”, concluye el p. Snider recordando las palabras del Papa Benedicto XVI.
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