Lomé - Recientemente algunas investigaciones periodísticas han revelado que los obispos y sacerdotes de Togo eran espiados a través de un sofisticado programa de espionaje insertado en sus teléfonos inteligentes. Ahora algunos movimientos laicos han pedido cuantas al gobierno por esta grave violación no solo de la intimidad de las personas espiadas sino también de los derechos de las comunidades de fieles asistidos por los obispos y sacerdotes víctimas de la acción de espionaje.
“Nosotros, los movimientos y asociaciones católicos firmantes de este comunicado, condenamos la violación de las disposiciones de la Constitución de la República de Togo, de la Ley núm. 2012-018 de 17 de diciembre de 2012 sobre comunicaciones electrónicas, de la Ley n ° 2019-014 de 29 de octubre de 2019 relativa a la protección de datos personales y también del secreto de la dirección espiritual que practica y establece la Iglesia Católica", afirma un comunicado firmado por seis asociaciones y grupos eclesiales, incluido el Movimiento de dirigentes católicos de Togo.
“Nuestros Pastores que han sido objeto de esta acción de espionaje tienen como misión la dirección y el acompañamiento espiritual que son intercambios relacionados con la más sagrada y profunda intimidad de las personas”, prosigue el mensaje. "Queremos saber si lo que concierne a nuestra vida privada y espiritual no ha terminado en manos de personas que estarían dispuestas a pasar al dominio público para hacernos daño".
Las seis asociaciones laicales piden, por tanto, "a las autoridades gubernamentales que arrojen luz ante la opinión pública nacional e internacional sobre lo que parece ser un grave atentado a la convivencia, para restablecer la confianza que debe reinar entre Iglesia y Estado, entre el pueblo de Dios y los líderes políticos que también son miembros de este mismo pueblo de Dios"
Según una investigación realizada por periódicos franceses y británicos, el sofisticado software espía israelí Pegasus ha espiado a algunas personalidades togolesas. Este programa, insertado en secreto en los teléfonos inteligentes, permite espiar conversaciones, mensajes y recuperar el contenido de la memoria del teléfono, así como activar remotamente el micrófono y la cámara para transformar el dispositivo de la víctima en un espía ambiental. Este software se vende oficialmente solo a los estados como parte de la lucha contra el terrorismo y el crimen organizado, pero no es la primera vez que se utiliza para cometer violaciones de derechos humanos.
Entre las personas espiadas de esta manera están Su Exc. Monseñor Benoît Comlan Messan Alowonou, Obispo de Kpalimé y Presidente de la Conferencia Episcopal de Togo , y el p. Marie Pierre Chanel Affognon, Directora Nacional de Educación Católica y capellán de los dirigentes católicos de Togo
“Es imposible imaginar que un país pueda espiar a sus niños, y sobre todo a los obispos, a los sacerdotes”, dice Mons. Alowonou quien concluye “Creo que quien haya leído los mensajes en mi teléfono habrá leído más palabras de Dios que otras cosas y sería para él un mensaje de conversión”.
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