ASIA/MYANMAR - La adoración eucarística continúa: un refugio en Dios ante la crisis del Covid-19

Yangon - “La situación actual es muy preocupante porque el epicentro de la epidemia de Covid-19 ha afectado a todo el mundo y el número de personas infectadas y muertas en todo el mundo está creciendo cada día. Dado que han fallecido personas por el virus, expresamos cercanía con las familias de las víctimas y rezamos para que se encuentren los tratamientos y medicamentos necesarios para la curación de los enfermos. Para apoyar a quienes cuidan a las personas contagiadas por la epidemia, nuestro Arzobispo Card. Charles Maung Bo invita a todos los fieles de las parroquias de la Arquidiócesis de Yangon a ofrecer adoración eucarística continua el domingo 8 de marzo de 2020, después de la Santa Misa de mañana, hasta las 17.00. Por lo tanto, pido a todos los párrocos que encuentren formas para poder llevar a cabo esta solicitud de oración incesante": este es el mensaje difundido en la comunidad por Mons. John Msgr. Saw Yaw Han, Obispo auxiliar de la Arquidiócesis de Yangon.
Según la información de la Agencia Fides, la Iglesia en Myanmar está reaccionando de esta manera, a la crisis del corona virus, lanzando una campaña de oración, solidaridad y apoyo para todos aquellos que están comprometidos con la lucha contra la propagación del virus.
Preocupada por el propagarse de la infección, aunque el país no se ha visto afectado por la emergencia hasta el momento, la Iglesia Católica en Myanmar ya había decidido cancelar las celebraciones marianas anuales para la fiesta de Nuestra Señora de Lourdes. Las celebraciones se realizan todos los años desde 1902 en el conocido santuario mariano de Nyaunglebin, en la diócesis de Yangon, donde cientos de miles de peregrinos se reúnen para este evento y celebración de carácter nacional.
Los católicos de Myanmar, desde hace más de un mes, están realizando una cadena de oración y durante las liturgias expresan intenciones especiales por "todos los hermanos, hermanas y países afectados por este triste flagelo", explica el cardenal Bo. Aunque las medidas y precauciones gubernamentales están funcionando, la propagación del virus en varios países del sudeste asiático mantiene a todo el país en alerta