“Sin embargo, anoche , supimos que estas medidas han sido pospuestas. Esto deja a las personas que se han preparado para ello, en una completa incertidumbre", dijo el Cardenal, advirtiendo que “no se debe jugar con la vida de nuestro pueblo, porque la vida es sagrada".
El gobernador de Kinshasa, Gentiny Ngobila, anunció que la capital entraría en "bloqueo total" durante tres semanas a partir del 28 de marzo, debido a la epidemia de coronavirus en curso.
Pero el 27 de marzo, las autoridades de la República Democrática del Congo anunciaron que el bloqueo de Kinshasa por tres semanas se posponía con efecto inmediato debido al temor a la especulación sobre los precios de las necesidades básicas y al temor del aumento de la inseguridad en la ciudad.
El 23 de marzo, el presidente Félix Tshisekedi declaró el estado de emergencia con efecto inmediato, cerrando las fronteras del país, prohibiendo el movimiento de personas, en entrada y salida, pero autorizando las mercancías en camiones, barcos y aviones de carga.
El cardenal Ambongo declaró que estaba a favor de un bloqueo total: "En nuestra opinión, solo un bloqueo total puede frenar la propagación de esta terrible epidemia". "Sin embargo – agregó -, para que este bloqueo total sea realmente efectivo, debe ir acompañado de medidas humanitarias de emergencia, es decir, poner a disposición de los menos privilegiados alimentos básicos, proporcionar agua y electricidad gratis y combatir la especulación sobre los precios".
La República Democrática del Congo tiene al menos 58 casos confirmados de COVID-19 y cinco muertes reportadas.
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