Djibouti – “El enemigo ha llegado aquí a Djibouti: hay dos casos confirmados”, escribe Mons. Giorgio Bertin, obispo de Djibouti. “Nuestra catedral está cerrada desde el sábado pasado: solo unos diez de nosotros que vivimos dentro del complejo continuamos celebrando la misa. Comenzamos a transmitir las misas los jueves, sábados y domingos por la noche en Facebook, así como el Via Crucis el viernes por la noche. Los fieles han entendido y aprecian la importancia de estas iniciativas", continúa el obispo. “Faltan voluntarios para el servicio que ofrecemos con nuestra Caritas Djibouti a los niños de la calle y nos hemos visto obligados a reducir las actividades. Los más pobres podrían sufrir mucho. Entre las medidas preventivas ordenadas por las autoridades locales, se ha cerrado el aeropuerto y se ha interrumpido la línea de ferrocarril hacia Etiopía. Además, el personal de servicio considerado no esencial debe quedarse en casa, las escuelas cerraron desde el viernes pasado. Las mezquitas también están cerradas".
"La situación no es tan trágica - agrega Mons. Bertin -, pero debemos estar en guardia porque las instalaciones sanitarias aquí son realmente frágiles. Mucho ánimo también a vosotros en Roma y en Italia”, concluye.
El Ministerio de Salud local ha establecido un número gratuito para informar a la población sobre las medidas de higiene que deben observarse y con el cual comunicarse en caso de necesidad de un equipo médico. Todos los días, las autoridades sanitarias envían un mensaje a cada número local con las medidas de prevención a seguir.
Las autoridades sanitarias civiles y militares se han unido para fortalecer el control sanitario en los puntos de llegada y preparar el hospital de Bouffard para la cuarentena, así como un centro de tratamiento para casos graves en el hospital de Arta.
Publicar un comentario