Manila - Orar sin cesar por los médicos que están “en primera línea” luchando contra el coronavirus: es la invitación emitida por los obispos filipinos y las autoridades civiles para sostener a los trabajadores de salud que luchan contra la enfermedad del coronavirus.
El presidente Rodrigo Duterte ha declarado la cuarta semana de marzo como la "Semana Nacional de Oración" para unir espiritualmente a los filipinos de todas las religiones ante esta amenaza de la enfermedad por coronavirus. "Oramos por la fuerza y la resistencia de nuestros excepcionales profesionales médicos y sanitarios en primera línea, por los militares y los agentes de policía, los funcionarios gubernamentales y el personal que se ocupa de la amenaza actual del virus, y por todos los filipinos que trabajan incansablemente para proteger a nuestras comunidades sacrificando sus vidas al servicio del país", ha agregado.
La Iglesia filipina cree profundamente en el poder de la oración: el obispo Ruperto Santos, al frente de la diócesis de Balanga, ha instado a todos los sacerdotes y religiosos a celebrar misas por los médicos, los trabajadores de la salud y todos aquellos que están "en primera línea" trabajando para prevenir la propagación del coronavirus. "Suplicamos a nuestro Señor por intercesión de San José, patrón de los trabajadores, que los proteja y los aleje de cualquier daño", ha dicho Santos. “Que puedan permanecer fuertes, sanos y al seguro. Que e l Señor recompense sus servicios y sacrificios", ha dicho.
El obispo de Caloocan, Mons. Pablo Virgilio David y el vicepresidente de la Conferencia Episcopal Católica de Filipinas han pedido oraciones tras la muerte de otro médico filipino debido a la enfermedad, invitando a los fieles a convertirse en "guerreros de la oración", es decir, personas constantemente comprometidas a orar por los "Frontliner". “¿Te unirías a nuestra red invisible de guerreros de oración por aquellos que están en primera línea en otro aspecto de esta lucha contra el COVID-19: la batalla espiritual? No importa si eres musulmán, budista, católico o protestante, puedes unirte orando fervientemente para que Dios proteja a quienes ponen sus vidas en peligro para protegernos de esta devastadora plaga", ha dicho el obispo.
Los obispos del país también han instado a todos los ciudadanos a expresar "solidaridad social" y preocuparse los unos de los otros, prestando atención especialmente a los más pobres, que se ven más afectados. El gobierno ha impuesto el bloqueo total de la comunidad en la isla de Luzón, la más poblada de Filipinas, donde se encuentra la capital, Metro Manila, hasta el 14 de abril.
Publicar un comentario