Nueva Delhi - Es urgente cuidar a los más pobres durante los 21 días de bloqueo total de la nación, impuestos por el gobierno hasta el 14 de abril, como medida para contener la propagación de COVID-19. Lo afirman los laicos cristianos después del anuncio del primer ministro, Narendra Modi: durante los próximos 21 días, 1,3 mil millones de ciudadanos indios, casi una quinta parte de la población mundial debe "olvidarse de lo que significa salir". La orden de quedarse en casa durante tres semanas tiene como objetivo evitar un desastre de salud pública, ha dicho, mientras que el 25 de marzo, el número de casos de coronavirus ha superado los 469 contagios y 11 muertes.
El gobierno ya ha introducido medidas rigurosas para frenar la transmisión local en un país donde millones de ciudadanos viven en condiciones densamente pobladas con estructuras higiénico-sanitarias muy deficientes. Actualmente solo hay 40.000 respiradores en India. Más de 1.8 millones de personas en todo el país están siendo monitoreadas porque han mostrado síntomas de la enfermedad o han estado expuestos a casos confirmados. Se teme que las cifras de contagios hasta ahora bajas, se deban a la falta de test, dado que hasta ahora solo se han realizado 17,000 tampones.
Según los expertos, el virus está muy extendido en casi todos los estados de la India. “Si no podemos manejar esta pandemia en los próximos 21 días, el país y nuestras familias sufrirán un retraso de 21 años. Si no podemos gestionar los próximos 21 días, muchas familias serán destruidas para siempre", ha dicho Modi en su mensaje.
El bloqueo tendrá un impacto devastador en los 300 millones de indios que viven por debajo del umbral de la pobreza y sobreviven con las ganancias diarias. El ministro de finanzas indio, Nirmala Sitharaman, ha prometido la adopción de un paquete de ayudas específico, dirigido a los más desfavorecidos.
En este contexto, los cristianos han pedido al gobierno que se ocupe de las necesidades de los pobres. "El bloqueo es necesario, pero no está claro cómo podrán sobrevivir los pobres, los marginados, quienes viven con lo que ganan cada día. Millones de personas pobres no tienen frigoríficos para almacenar alimentos. ¿Cómo sobrevivirán esas familias? ¿Cómo y dónde comprarán los alimentos?” cuestiona a Fides Mathew George, un líder cristiano. A lo que él mismo responde sugiriendo activar una red de organizaciones para satisfacer las necesidades de las personas indigentes, migrantes y jornaleros.
El padre Augustine Singh, de la Arquidiócesis de Cuttack-Bhubaneswar en el estado de Orissa, al este de la India, señala a Fides: “Estas medidas son para el bienestar de la nación. Debemos cooperar y perseverar. Por eso, decidimos quedarnos en casa". Y Michael Pereira, un católico laico, declara: "Ahora es un momento crítico para nuestra nación, podemos rezar desde casa, pero evitar la propagación de esta pandemia es de máxima prioridad. Todos rezamos a Nuestro Señor para que cale la transmisión del virus".
Sima Ranjit, abogada católica, agrega: "La mayor preocupación, sobre todo, es por la supervivencia de miles de personas pobres y de aquellos que viven solos en casa”.
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