Islamabad – “El Día Internacional de la Fraternidad Humana es un hito para la humanidad que motivará a todos en Pakistán a promover la paz, la armonía, la inclusión, la tolerancia, la comprensión, la solidaridad y la hermandad entre todos los seres humanos”: así lo declara en un mensaje recibido en la Agencia Fides, el arzobispo Joseph Arshad, al frente de la diócesis de Islamabad-Rawalpindi y presidente de la Conferencia de Obispos Católicos de Pakistán, con motivo del Día Internacional de la Fraternidad Humana, declarado por la ONU el 4 de febrero.
La iniciativa, recuerda el Arzobispo, se inspira en el encuentro entre el Papa Francisco y el Gran Imán de Al Azhar, Ahmed al-Tayeb, en Abu Dhabi, el 4 de febrero de 2019, cuando los dos líderes firmaron el documento histórico “sobre la fraternidad humana, por la paz y la convivencia mundial”. El 20 de agosto de 2019 se constituyó el Comité Superior de la Fraternidad Humana con el fin de implementar el citado documento. Posteriormente, el 3 de octubre de 2020, el Papa Francisco redactó la Encíclica “Hermanos todos”, sobre la fraternidad y la amistad social.
Finalmente, el 21 de diciembre de 2020, la Asamblea General de las Naciones Unidas declaró el 4 de febrero como el Día Internacional de la Fraternidad Humana que se celebra todos los años.
El arzobispo Arshad señala: “Esta jornada llega mientras el mundo se enfrenta a la crisis global debido a la pandemia Covid-19 y, en este contexto, el mundo busca una mayor unidad, solidaridad y cooperación multilateral”. “La valiosa contribución de las personas de todas las religiones a la humanidad y el diálogo entre todos los grupos religiosos pueden conducir a una mejor conciencia y comprensión de los valores comunes, compartidos por toda la humanidad”, continúa el texto.
Es necesario reconocer que “la tolerancia, la tradición pluralista, el respeto mutuo promueven la fraternidad humana” y “fomentan actividades destinadas a promover el diálogo interreligioso e intercultural con el fin de mejorar la paz y la estabilidad social, el respeto a la diversidad, la creación de un entorno propicio para paz y entendimiento mutuo a nivel mundial, regional y nacional en Pakistán”.
El arzobispo Arshad subraya también que “a pesar de nuestras diferencias, todos podemos colaborar para trabajar juntos por la paz y la armonía en el espíritu de la fraternidad humana”. Con este fin, invita a todos a “contribuir incansablemente a la construcción de una sociedad pacífica en Pakistán en el espíritu de la fraternidad humana para que todos podamos trabajar juntos por la mejora de la familia humana”.
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