Katmandú - Las minorías religiosas cristianas, musulmanas y budistas en Nepal son marginadas frecuentemente y se enfrentan a graves injusticias. Así lo declara a la Agencia Fides Bharat Giri, líder cristiano y presidente de un partido político que ayuda a los cristianos a defender sus derechos, “en un país que al ser predominantemente hindú, se privilegia, -ya sea en la sociedad como en la política-, solo a las personas y a la cultura hindú”. Giri explica que uno de los principales factores que ha incentivado el deterioro de los derechos a la libertad religiosa en Nepal ha sido la ley de octubre de 2017 que penaliza la conversión religiosa. Aquella ley – observa –, es usada muy a menudo como un instrumento de opresión para castigar a aquellos que quieren convertirse al cristianismo. Por ello, C.B. Gahatraj, secretario general de la Federación Nacional de Cristianos en Nepal, junto con otros líderes cristianos, ha solicitado la cancelación de la cláusula que penaliza el trabajo misionero.
Bharat Giri cita varios casos en los que los cristianos han sufrido las consecuencias de la hostilidad que esta ley ha legitimado e intensificado. “Hace un año y medio hubo unos cristianos que pasaron nueve meses encarcelados por haber distribuido unos folletos de contenido cristiano”, declara a Fides, y agrega que, incluso después de la liberación, continúa en curso el juicio de nueve personas bautizadas.
Otro caso tuvo lugar en el este de Nepal, donde una mujer cristiana que “cuidaba a los niños pobres", relata Giri, fue llevada a Katmandú, y tras ser arrestada, fue acusada de convertir a los niños al cristianismo, y condenada a tres meses de cárcel. Ha sido condenada y tendrá que pasar tres años en prisión por el delito de “conversiones religiosas”. También el pastor protestante que la ayudó se encuentra en una situación difícil y enfrenta las mismas acusaciones. Giri ha referido muchos otros episodios en todo el país, donde los cristianos terminan en la cárcel simplemente por sus creencias religiosas. Otras minorías religiosas también son víctimas de esta situación: algunos budistas que comen carne bovina han sido encarcelados por matar a un buey.
Las minorías religiosas sufren severas restricciones también en el asunto de los derechos funerarios: los cristianos, por ejemplo, no pueden enterrar a sus seres queridos según los ritos y las prácticas de su credo. Es más, a veces los cristianos se ven obligados a desenterrar los restos de sus seres queridos si están sepultados en un terreno donde el entierro no está permitido. "En algunos casos, los radicales hindúes han excavado y llevado los cadáveres a las casas de los familiares cristianos, y en otros casos los han dejado en la calle”, cuenta a Fides C.B. Gahatraj. El punto es que el gobierno no concede tierras para cementerios cristianos, lo que crea serios inconvenientes para las comunidades locales, obligadas muchas veces a enterrar a sus difuntos en bosques secretos.
En Nepal hay aproximadamente 2 millones de cristianos, de un total de 28.5 millones de personas.
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