Nairobi - “Aquí en Rumbek los pocos kenianos que he conocido se sienten inseguros. Dado que para ganarse la vida se ven obligados a trabajar en esta zona, confían su vida a Dios”, explica a Fides el padre John John Waweru, un sacerdote keniano incardinado en la diócesis de Rumbek, en Sudán, a propósito de la recomendación que ha hecho el gobierno de Kenia sobre la peligrosidad de viajar en Sudán del Sur.
El 21 de febrero, el Ministerio de Asuntos Exteriores de Kenia aconsejó a sus ciudadanos no ir a zonas de Sudán del Sur afectadas por conflictos. En concreto, insta a todos los ciudadanos de Kenia que vivan o viajen a Sudán del Sur a evitar las zonas donde los conflictos armados y la violencia étnica se están multiplicando en los últimos seis meses. El gobierno en Nairobi ha lanzado esta alerata después de dos pilotos kenianos fueran retenidos durante 44 días por los miembros del ejército rebelde . El 7 de enero, los pilotos se vieron obligados a realizar un aterrizaje en una zona controlada por los rebeldes, matando a un ciudadano sudsudanés. Los dos pilotos fueron liberados después del pago de más de cien mil dólares de indemnización.
“Pregunté a algunos kenianos que trabajan como mecánicos aquí sobre el aviso lanzado por el gobierno. Me dijeron que no pueden evitar permanecer aquí pese al peligro”, indica el padre Waweru que trabaja en Sudán del Sur desde 2000. “Sé que hay muchos kenianos aquí en Rumbek, en el Western Lakes State y en el Eastern Lakes State, -donde hay continuos conflictos étnicos-, pero hay que seguir trabajando en estas zonas”, explica el padre Waweru, que es párroco en una misión a unos 50 kilómetros al oeste de la ciudad de Rumbek.
El Papa Francisco convocó para este viernes 23 de febrero de 2018 una jornada de oración por la paz, especialmente para Sudán del Sur y para la República Democrática del Congo.
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