Mogadiscio – El ISIS ha llegado a Somalia. Los informes de los servicios secretos occidentales hablan de células del Estado Islámico en el país. Estarían formadas por antiguos militantes de Al Shabaab y combatientes extranjeros llegados de Oriente Medio tras la derrota de la organización en Siria e Irak.
“Sí, el ISIS está presente en Somalia”, confirma a la Agencia Fides el arzobispo Giorgio Bertin, obispo de Djibouti y administrador apostólico de Mogadiscio. “La prensa local también ha recogido la noticia. Las células estarían sobre todo en Puntlandia, región semiautónoma situada en el noroeste del país”, indica. La presencia de las milicias de Al Baghdadi preocupa porque, en un vídeo de diciembre, se animaba a sus militantes a “dar caza” a los infieles y a atacar las iglesias y los mercados. Ese mismo mes EE.UU. lanzó el primer ataque con drones contra combatientes del ISIS causando numerosas víctimas. Todo esto se produce en un contexto de inestabilidad general, caracterizado por continuos ataques, especialmente en Mogadiscio, la capital. “Los ataques se multiplican. Para la población local, la situación es menos dramática, pero no así para los extranjeros. Son sus lugares de reunión los que están amenazados y necesitan protección”, señala monseñor Bertin en declaraciones a Fides.
El 16 de febrero de 2017, hace casi un año, fue elegido presidente de Somalia, Mohamed Abdullahi Mohamed, conocido como Farmajo. Su elección ha generado muchas expectativas en la población que ha visto en él a un hombre capaz de sacar a Somalia de la crisis política y militar. En los últimos meses, su gobierno ha trabajado con empeño para crear unas condiciones mínimas de seguridad, -imprescindibles para la recuperación del país-, aunque no sin dificultades. “El presidente Formajo está tratando de hacerlo lo mejor que puede. Sin embargo, tengo la impresión de que a veces las instituciones estatales se mantienen solo gracias al apoyo externo. Pero este apoyo internacional es relativo, porque los socios internacionales tienen agendas que no siempre coinciden con la de Somalia. Más que el apoyo internacional, el presidente debería hacer más esfuerzos para desvincularse de mecanismos internos y externos y buscar lo único que realmente importa que es el apoyo de la población”, concluye monseñor Bertin.
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