Loja – “Deseamos pedir al Señor que bendiga estos sufrimientos y que de sentido a la fragilidad humana”, así lo ha dicho el p. Fabián Delgado Encargado del departamento de Familia de la Diócesis de Loja en la homilía de la celebración Eucarística de Unción de los enfermos realizada el jueves 8 de febrero en la catedral con motivo de la XXVI Jornada Mundial del Enfermo. La Jornada Mundial de Enfermo fue instituida por iniciativa del Papa San Juan Pablo II en 1992 y se celebró por primera vez en Lourdes el 11 de febrero del año siguiente y se celebra todos los años en esta fecha.
Dirigiéndose a los presentes, familiares y voluntarios, capellanes de hospitales y a toda la comunidad el general el responsable de la pastoral familiar ha dado las gracias por su presencia y por “hacer que este compromiso de velar por los que más lo necesitan valga la pena”. La Diócesis de Loja desarrolla diferentes actos de solidaridad para acompañar a quienes sufren. Uno de estos actos ha sido la visita realizada por parte de todos los sacerdotes de la zona a los hospitales e instituciones sanitarias de la ciudad durante esta semana, con motivo de la Jornada del Enfermo.
“Visitar a nuestros enfermos es una obra de caridad, además de brindar un poquito de alegría a quienes están padeciendo alguna enfermedad” ha dicho el p. Gilbert Jiménez delegado del Departamento de Salud de la diócesis, según un comunicado recibido en la Agencia Fides. Además de administrar el sacramento de la confesión, los santos óleos y la comunión, el p. Jimenez, que ha coordinado la actividad, ha explicado que “también ha sido un espacio para conversar y acompañar a las personas en su dolor”. El sacerdote ha manifestado que “visitar y acompañar a los enfermos es uno de los momentos más gratificantes, porque es importante ser caritativos con quienes más lo necesitan”. Con motivo de la jornada se realizará una donación de medicamentos donde la comunidad podrá colaborar para poder dar medicinas a quienes no tienen como adquirirlas.
La diócesis de Loja está enclavada en la cordillera oriental de los Andes, al sur del país. Cuenta con una superficie de 11.000 km2, en la cual viven aproximadamente unos 450.000 habitantes de los cuales 330.131 son católicos.Es la diócesis del Ecuador que cuenta, proporcionalmente, con mayor número de sacerdotes: 117 diocesanos y 47 religiosos. Además están presentes 120 religiosos y 311 religiosas.
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