Lahore - El cristiano Patras Masih, de 17 años, ha sido acusado de blasfemia en las redes sociales y detenido en Lahore ayer. Según la información de la Agencia Fides, la denuncia, basada en el artículo 295-c del Código Penal paquistaní , fue registrada el 19 de febrero de 2018 en la estación de policía de Shahdara, un suburbio en las afueras del norte de Lahore, después de que estallase el caso y de que unos tres mil activistas y militantes bloqueasen las calles, exigiendo el arresto y la ejecución pública del acusado.
Según la denuncia, Patras Masih, residente de Shahdara y empleado en un banco local, dirigía un grupo en la red social Facebook, donde había cargado contenido blasfemo, que hería los sentimientos religiosos de los musulmanes. Patras Masih se defiende diciendo que unos días antes había perdido su teléfono celular y que cualquiera habría podido publicar esos contenidos considerados blasfemos.
Según la información de la Agencia Fides, el chico logró salvarse de un linchamiento, huyendo justo antes de que una turba furiosa irrumpiera en su casa. Los manifestantes se trasladaron al centro del vecindario donde organizaron una sentada durante unas horas, protestando encabezados por los líderes del grupo “Tehreek-e-Labaik Pakistan” que denunciaron la blasfemia en las redes sociales. Cuando la policía intervino para calmar los ánimos, el joven se entregó y se registró una denuncia oficial en su contra. Ante esto, los manifestantes se dispersaron pacíficamente.
Ayer se vivieron horas de tensión: los residentes cristianos de la zona estaban asustados porque algunos extremistas amenazaban con atacar e incendiar las casas de los cristianos, pero la policía mantuvo el control de la situación, patrullando el vecindario.
Sardar Mushtaq Gill, abogado cristiano y conocido defensor de los derechos humanos, señala a la Agencia Fides: “La acusación de blasfemia es siempre un tema muy delicado en Pakistán y el acusado se convierte en un objetivo fácil para los extremistas, que despiertan a la multitud, especialmente si el acusado no es musulmán. Una muchedumbre enfurecida puede linchar a cualquier acusado, antes de que se determinen sus supuestas responsabilidades. Estas leyes sobre la blasfemia deberían derogarse para proteger el estado de derecho en Pakistán”.
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