Kaslik - Las diferentes comunidades religiosas están llamadas a promover una reflexión interna, para examinar sus propias costumbres y reglas comunitarias, si quieren contribuir de forma concreta a superar la práctica social de los “matrimonios precoces”. Es la conclusión a la que se llegó en la conferencia del miércoles, 13 de febrero, celebrada en la Universidad del Espíritu Santo de Kaslik , y titulada “Proteger a los niños de los matrimonios precoces”. El debate se basó en el proyecto de ley para “la protección de los niños contra el matrimonio precoz”, presentado al Parlamento en marzo de 2017 por el diputado Élie Keyrouz, que tiene como objetivo fijar la edad mínima para contraer matrimonio a los 18 años. Las intervenciones principales de la conferencia corrieron a cargo del jeque sunita Malek al-Shaar, muftí del norte del Líbano; del jeque chiita Abbas al-Jawhari, presidente del Centro Árabe para el Diálogo; y del obispo Hanna Alwan, Vicario Patriarcal Maronita.
El mufti Malek al-Shaar recordó que el Islam no establece una edad legal para el matrimonio, y “por lo que cualquier persona que pueda casarse está autorizada a hacerlo”. Por eso, de acuerdo con la ley Sharia, no estaba prohibido casarse incluso con niños menores de 10 años. “Incluso si las costumbres y tradiciones difieren de un siglo a otro, de un país a otro y de una cultura a otra”, -dijo el representante sunita-, “las cosas están evolucionando en muchos países árabes” como Egipto o Jordania, mientras que en otros países de mayoría sunita se ha establecido la edad mínima para contraer matrimonio en el caso de las mujeres en los 17 años, y para los hombres en los 18. El jeque chiita Abbas al Jawhari, en su discurso, señaló que en el mundo islámico se convertía en esposas a las niñas “con el pretexto de que el Profeta se habría casado con Aisha, que tenía solo nueve años”, pero ese hecho “nunca ha sido probado”.
El representante chiita dijo que estaba a favor de introducir la norma de la edad mínima de 18 años para el matrimonio en el Líbano. En su discurso, también mencionó la fatwa emitida por los ayatolás iraníes que autorizan el matrimonio precoz, añadiendo que las leyes religiosas y las civiles deben ser reguladas recurriendo a métodos que puedan superar las interpretaciones literales de los Textos Sagrados.
En su intervención, el obispo maronita Hanna Alwan recordó que, de acuerdo con el derecho canónico de las Iglesias orientales católicas, “el matrimonio antes de los 18 años es rechazado y desaconsejado encarecidamente”, permitido solo en casos especiales y requiere la autorización no solo de los padres, sino también del obispo. Además, la Iglesia no duda en declarar inválido un matrimonio cuando se descubre que ha sido contraído bajo coacción o que uno de los cónyuges no tenía la madurez requerida para formar una nueva familia.
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