Nairobi – “Esperamos un mundo transformado, en el que la humanidad en toda su diversidad desarrolle una reverencia compartida por la vida en el planeta Tierra. Juntos, estamos construyendo comunidades y economías resistentes y solidarias que satisfacen las necesidades de todos y protegen la Creación”, así lo afirman los líderes religiosos africanos que han firmado la petición sobre el cambio climático, en referencia a la actual Cop26 que se está celebrando en Glasgow. “La era de la conquista, la extracción y la explotación ha dejado paso a la cooperación y la comunidad”, añaden.
Según la información recibida en la Agencia Fides, los líderes religiosos africanos insisten en “no perpetuar un sistema económico obsoleto basado en los combustibles fósiles y en la destrucción de los mismos bosques, aguas, océanos y suelos que son fundamentales para la humanidad”. Destacan que hay que promover las energías renovables, el acceso universal al agua y el aire limpios, precios asequibles para la energía limpia y alimentos cultivados con respeto a la tierra, así como la creación de puestos de trabajo en condiciones seguras”.
Los líderes religiosos también advierten contra las industrias extractivas que “destruyen inmoralmente los bosques tropicales, su incomparable biodiversidad y sus guardianes indígenas”. También piden a los gobiernos que promulguen y apliquen leyes que protejan a las personas y al planeta por igual, en armonía con la dignidad inherente a cada ser humano y la biodiversidad del mundo. “Los países más ricos deben comprometerse a lograr cero emisiones netas de gases de efecto invernadero para 2030 y acelerar las transferencias financieras y tecnológicas a los países más pobres para garantizar una transición mundial justa hacia el cero antes de 2050”.
En su mensaje, las organizaciones religiosas prometen ser “modelos de liderazgo medioambiental, promoviendo la educación religiosa, las estructuras y las voces públicas de los líderes espirituales, los miembros y los seguidores, para animar a los círculos locales de atención y resiliencia de las comunidades a participar en la transformación a través de la educación, la organización, la defensa y la formación profesional”.
“Cada persona es portadora de una chispa divina, de dones únicos y de la responsabilidad moral de hacer de su vida una bendición para la Tierra y todos los pueblos”, concluyeron dirigiéndose a cada individuo.
La petición apoya el llamamiento del Papa Francisco a una acción urgente y lleva las firmas de más de 120.000 católicos y más de 425 organizaciones asociadas, que representan colectivamente a cientos de miles de católicos de los seis continentes. Entre otros, el obispo Joseph Obanyi, de la diócesis de Kakamega , el secretario general del Consejo de Iglesias de Zambia, que incluye a la Conferencia de Obispos Católicos de Zambia , el padre Emmanuel Chikoya, y miembros del Consejo Interreligioso de Uganda .
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