Bagdad - En Irak el principal obstáculo para el inicio de un verdadero proceso democrático está representado por la mentalidad sectaria que se refleja también en el llamado "sistema de cuotas", el método electoral y administrativo que divide los escaños del parlamento y los cargos en las instituciones públicas sobre bases étnico-religiosas. Así lo ha reiterado el cardenal Louis Raphael Sako, patriarca de la Iglesia caldea, en el mensaje cordial que ha enviado a los participantes en el XI Congreso Nacional del Partido Comunista Iraquí, que se celebra actualmente en Bagdad.
En su mensaje, el patriarca caldeo agradece a los comunistas iraquíes la invitación recibida del Congreso y lamenta no poder estar presente en persona debido a compromisos concomitantes. El cardenal iraquí espera que el Congreso se convierta en una oportunidad para sacar a la luz “una visión clara” de la situación en la que se encuentra la nación, y que contribuya a esbozar un plan concreto para ayudar al país a “salir de la crisis que lo asfixia para reconstruir un Estado de derecho” basado en el “principio de ciudadanía”, un “Estado soberano” en sus instituciones políticas, judiciales, culturales y económicas, emancipado del sectarismo que alimenta “la corrupción, la pobreza, el desempleo y el analfabetismo”. El Congreso de Comunistas Iraquíes - espera el Patriarca, - podrá contribuir también al esperado “cambio de mentalidad” mediante “la educación en valores nacionales, humanos y morales, para que cada persona asuma sus responsabilidades ante el país y sus conciudadanos”.
El Partido Comunista iraquí se encuentra entre las fuerzas políticas que han decidido boicotear las elecciones parlamentarias celebradas el domingo 10 de octubre. Según los dirigentes y militantes comunistas, esas elecciones estuvieron totalmente condicionadas por la corrupción y la presión de las milicias armadas sectarias que siguen controlando amplias zonas del país, especialmente en el norte. En las anteriores elecciones, celebradas en mayo de 2018, el Partido Comunista se había unido a la coalición Sayrun junto al movimiento del líder chií Muqtada al Sadr. La lista de la coalición fue la más votada obteniendo 54 de los 329 escaños del Parlamento.
En enero de 2017, los comunistas iraquíes rindieron homenaje público al patriarca caldeo Louis Raphael Sako, y le agradecieron su contribución a la reconciliación nacional y sus continuos esfuerzos por fomentar la participación de todos los componentes políticos, étnicos, sociales y religiosos en la gestión de las instituciones nacionales. El 9 de enero de ese año, una delegación de dirigentes del Partido Comunista Iraquí también visitó el Patriarcado Caldeo para expresar sus felicitaciones al Patriarca por la fiesta de Navidad que acababa de celebrarse y por el comienzo del Año Nuevo.
Fundado en 1934, el Partido Comunista Iraquí desempeñó un importante papel en la escena política iraquí hasta la década de 1970, participando en casi todos los levantamientos nacionales y las principales manifestaciones políticas del país en las décadas de 1940 y 1950. Luego, a partir de finales de la década de 1970, sufrió una fuerte represión por parte del régimen de Saddam Hussein. Se opuso a la invasión estadounidense de Irak en 2003.
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