Pekhon – La noche pasada algunos cohetes y balas de armas pesadas disparadas por soldados del ejército birmano alcanzaron la catedral católica del Sagrado Corazón, en la diócesis de Pekhon, situada en la parte sur del estado de Shan, en el este de Myanmar. Según informa a la Agencia Fides el P. Julio Oo, sacerdote de la diócesis de Pekhon, "es un acto abominable, que hay que condenar. "El complejo eclesiástico - dice el P. Julio- es un lugar de refugio y seguridad en la inestabilidad general de un conflicto violento, ya que, mientras hay combates en la zona, cientos de lugareños se refugian en el complejo de la Catedral.
Mientras las milicias de la resistencia local luchan contra el ejército a 8 millas de la ciudad, "estos actos de violencia gratuitos contra civiles y lugares de culto aumentan la frustración de los jóvenes y la protesta contra el ejército". Estamos preocupados: para las fuerzas militares, las iglesias se están convirtiendo cada vez más en el objetivo de los ataques", añade el sacerdote.
Según fuentes locales de la comunidad cristiana, es posible que el ejército tenga como objetivo las iglesias específicamente porque "son el núcleo de la comunidad, al destruirlas, los soldados quieren destruir la esperanza del pueblo". La población de la diócesis de Pekhon es de unos 340.000 habitantes y hay unos 55.000 católicos.
En otros incidentes separados, en los últimos días los militares de Myanmar devastaron e incendiaron casas y una iglesia bautista en la aldea de Ral Ti, en el municipio de Falam, en el estado birmano de Chin. Mientras limpiaban los escombros, un pastor bautista del pueblo y miembros de la comunidad encontraron milagrosamente sus Biblias e diurnales intactos.
El ejército también quemó 134 casas en la ciudad de Thang Tlang, en el estado de Chin, e incendió otras dos iglesias cristianas, una presbiteriana y otra baptista, en represalia contra los rebeldes locales. Un fiel cristiano local, Lian Hmung Sakhon, dide a la Agencia Fides: "Con tanta violencia, destruyendo y quemando casas e iglesias, el ejército no ganará, sino que creará aún más hostilidad y rebelión entre la población civil y los jóvenes".
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