Antananarivo – “En Madagascar, la misión de los Sacerdotes del Sagrado Corazón de Jesús, para la población local, muy pobre, representa un importante punto de referencia: hoy, de los primeros misioneros extranjeros, algunos han regresado al cielo, otros han vuelto a su tierra o han partido como misioneros en otros países, pero los dehonianos malgaches están creciendo. Actualmente, entre sacerdotes y laicos, nuestra comunidad cuenta con más de 70 misioneros. Todos ellos están implicados en ofrecer hospitalidad, asistencia médica, educación, pero sobre todo ayuda y esperanza”. Así lo comenta a la Agencia Fides el padre Yvon Mathieu, superior regional de los dehonianos en Madagascar, hablando del compromiso misionero en el país africano y de los retos que los religiosos afrontan a diario. “Para nosotros -continúa- es importante estar cerca de la gente. En nuestra comunidad nos esforzamos por llevar a cabo una labor de evangelización y promoción humana, tratando de educar a los jóvenes para que trabajen juntos, se ayuden mutuamente, estimulándolos a la reflexión y a la búsqueda de su propia autonomía”.
Madagascar sufre una devastadora crisis alimentaria desde hace años y se enfrenta a la peor sequía de los últimos 40 años, intensificada por las tormentas de arena y las invasiones de langostas: “Las familias del sur del país están al borde de la inanición - informa el padre Yvon - y los niños corren el riesgo de morir de hambre. Una gran parte de la población, que antes dependía de la agricultura, se ha visto obligada a trasladarse a las ciudades cercanas, lo que ha supuesto una presión sobre los ya escasos recursos. Además, la continua pandemia de coronavirus ha aumentado las restricciones, que son insoportables para las personas que viven al día”.
“Naturalmente - explica el Superior Regional -, en este contexto, lo último en lo que piensan los padres es en la escolarización de sus hijos, ya que su atención se centra en las cosas más esenciales”. “Por eso -continúa- tratamos de que los niños estudien, de educar a los padres e, indirectamente, de orientarlos hacia actividades provechosas de diversa índole”.
En la actualidad, además de la labor estrictamente religiosa en las distintas parroquias situadas en la linde del bosque y en las numerosas aldeas, los misioneros dehonianos se dedican a la formación profesional: dirigen una escuela de carpintería, que dura tres años, y un curso de corte y confección, al que asisten más de cien chicas.
Uno de los proyectos principales llevados a cabo por los Sacerdotes del Sagrado Corazón de Jesús es la fundación de una universidad: “Es nuestro mayor logro - dice el padre Mathieu -, tras años de reflexión, contactos y reuniones, nació la idea de dar a los hijos de los más pobres la oportunidad de acercarse a la cultura y la ciencia. En el año 2000 nació el Athénée Saint Joseph de Antsirabe, actualmente hermanado con varios centros universitarios de todo el mundo, al que siguió en 2018 un segundo campus en Antsohihy, en el noroeste de Madagascar. Desde hace varios años, contamos con más de 1.500 alumnos”.
Además, en la capital, Antananarivo, se ha creado un complejo escolar, desde el parvulario hasta el bachillerato, al que asisten actualmente más de 1.600 niños. En la ciudad de Fianarantsoa, se ha fundado un internado junto al seminario menor dehoniano para satisfacer la demanda de escolarización de la población local. “El pueblo - concluye el padre Yvon -, necesita que se le ayude, se le aliente, se le anime y se le apoye para que poco a poco alcance una autonomía suficiente. No nos desanimamos y nos encomendamos al Señor para llevar a cabo la misión”.
Link correlati :El vídeo de la entrevista en el canal Youtube de la Agencia Fides
Publicar un comentario