San Salvador – La Conferencia Episcopal de El Salvador ha invitado a todos a prepararse espiritualmente a la beatificación de sus cuatro mártires, que como ha sido anunciado, tendrá lugar el 22 de enero de 2022: el padre Rutilio Grande, jesuita, Manuel Solórzano y Nelson Rutilio Lemus Chávez, laicos, y el franciscano italiano Fray Cosme Spessotto, OFM .
En la convocatoria de la CEDES, titulada “Preparémonos para participar activamente en la beatificación de nuestros mártires”, se recuerda “la inmensa alegría” que despertó la canonización de Mons. Oscar Arnulfo Romero, invitando a todos a exultar por la próxima beatificación de los cuatro mártires salvadoreños, que tendrá lugar el sábado 22 de enero de 2022, en la Catedral de San Salvador, a las cinco de la tarde. La participación de los fieles asistentes estará determinada por la evolución de la pandemia de Covid-19, sin embargo, en todas las iglesias del país se podrá seguir la celebración a través de la televisión.
El lugar elegido es emblemático, escriben los obispos, porque “fue precisamente en esa plaza donde, el domingo de ramos de 1980, una inmensa muchedumbre manifestó su amor y gratitud a nuestro santo Óscar Arnulfo Romero, en una inolvidable misa exequial inconclusa que, desgraciadamente, fue empañada por la violencia”. Los cuatro mártires que serán beatificados forman parte de la historia de la Iglesia de El Salvador, una historia atormentada y marcada por “una vorágine de violencia fratricida que arrebató la vida de innumerables víctimas inocentes, la mayoría de ellas sólo conocidas por Dios”. “Nos parece providencial – prosiguen - que podamos venerar juntos, a un jesuita salvadoreño, a un franciscano italiano y a dos laicos de nuestro pueblo, un joven y un anciano, que tienen en común el haber derramado su sangre por Cristo en medio del fragor de la guerra… Cada uno de estos testigos de la fe tiene un aporte original que ofrecer a la Iglesia para que se mantenga fiel a su misión”.
Mientras llega la fecha tan esperada de su beatificación, los obispos invitan a los fieles a abrir el corazón a la Palabra de Dios, a conocer a los nuevos beatos, a dejarse interpelar por su testimonio: “Nuestros mártires son testigos creíbles de una Iglesia en salida, una Iglesia compasiva y misericordiosa, una Iglesia que anuncia con obras y palabras el Reino de Dios”. Por ello, hacen un llamamiento a la preparación espiritual, anunciando algunos subsidios para apoyar este camino, e invitan a todos los bautizados, cada uno en su propia situación, a ser también “mártires”, es decir, “testigos” de Jesucristo y constructores del Reino de Dios como lo han sido los mártires beatos.
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