El Obeid – “Volvemos a la era militar de Sudán, a la guerra más que a la paz”. Así lo confiesa a la Agencia Fides, monseñor Yunan Tombe Trille, obispo de El Obeid, Sudán, y presidente de la Conferencia Episcopal de Sudán y Sudán del Sur tras el golpe de Estado que hizo retroceder el reloj del país dos años y medio, cuando todavía estaba el dictador Omar al-Bashir. “Creo que los Hermanos Musulmanes están detrás de las fuerzas armadas porque, durante días antes del golpe, se les había visto en el Palacio de la República. Su petición a la sociedad civil y al gobierno fue muy claro: hacerse a un lado y entregar todo a los militares. Se ha declarado el estado de emergencia y se han disuelto el Consejo Supremo, el gobierno y las institucionales”.
Sudán, cuatro días después del golpe, permanece en paro general. El jefe del ejército, Abdel Fattah al Burhan, declaró que “se ha terminado la experiencia del gobierno de transición para defender la Revolución”. El discurso dividió a la opinión pública, creando oposición e incertidumbre. Los militares han adoptado un tono aparentemente moderado e incluso “persuasivo” tal y como informa a Fides una fuente en el lugar. Hamdok, el jefe de gobierno que gozaba de gran prestigio, después de haber invitado a la población “a salir a la calle y recuperar la democracia que nos fue robada”, ha permanecido días en total silencio. Según algunos, podría haber sido callado con amenazas y obligado a aceptar el nuevo curso de los acontecimientos.
“Por desgracia, el escenario que se abre ante nosotros no es nada halagüeño. Creo que los militares tomarán todo el poder y se burlarán del mundo con la celebración de unas elecciones que serán una farsa más y que legitimarán un poder ilegítimo, exactamente como sucedió con los gobiernos del pasado. La gente con toda probabilidad seguirá saliendo a la calle, pero con esta situación, pronostico que habrá mucho sufrimiento”, indica el obispo Tombe Trille.
El 26 de octubre, el jefe del ejército Burhan, en una larga conferencia pública, justificó el golpe al desviar la responsabilidad hacia las Fuerzas por la Libertad y el Cambio . Según él, estas fuerzas han atacado al ejército durante mucho tiempo y han hecho imposible la transición. Burhan llamó a todos a la calma y llamó “hermano” al derrocado jefe de gobierno Hamdok, evitando tocar el tema de la violencia que desangra Sudán al tiempo que se difunden los rumores de asesinatos masivos. “La plataforma civil anuncia manifestaciones masivas para el próximo sábado. Las tensiones y la incertidumbre están al máximo”, destaca la fuente de Fides.
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