Bagdad - Pocos días después de las elecciones parlamentarias iraquíes celebradas el domingo 10 de octubre, vuelve a dejar ver su rostro la polémica postelectoral, esta vez en torno a la distribución de los cinco escaños parlamentarios reservados por el sistema electoral a los candidatos cristianos. Las objeciones más explícitas a los resultados de la cuota de escaños garantizados a los políticos pertenecientes a las comunidades cristianas locales han sido expresadas por el ex diputado cristiano Yussef Juseph Sliwa, que ha llegado a declarar en una entrevista difundida por la cadena kurda Rudaw que los cinco nuevos diputados que han obtenido los escaños de esta cuota no representan realmente a los cristianos iraquíes, dado que, según él, el 90% de los votos emitidos a su favor no procedían de votantes cristianos. La acusación, que también surgió en las elecciones parlamentarias iraquíes de 2018, implica a los principales grupos políticos chiíes y kurdos, que supuestamente, desviaron parte de sus votos a los candidatos que se presentaban a los escaños cristianos, para colocar en esos escaños a diputados totalmente alineados con sus estrategias políticas. En su entrevista, Sliwa ha reiterado que los políticos pertenecientes a las comunidades cristianas locales -sirios, caldeos y asirios- no deben involucrarse en los conflictos entre los partidos chiíes y los partidos kurdos y los grupos políticos kurdos. Evan Faeq Yakoub Jabro, ex ministro de Refugiados y Migración en el gobierno saliente dirigido por Mustafa al Kadhimi, que ha sido elegido para el nuevo Parlamento con casi 11.000 preferencias en las filas del "Movimiento Babilonia", después de haber competido para ocupar el escaño reservado a los candidatos cristianos en la ciudad de Bagdad, ha respondido a las acusaciones de Sliwa a renglón seguido. En una entrevista publicada por la red de medios de comunicación Rudaw, el ex ministro ha defendido la transparencia del proceso electoral, destacando que en el reparto de los escaños reservados a los cristianos se ha producido una elocuente afirmación de candidatas , señal de que "nuestra sociedad ha empezado a dar pasos hacia una cierta apertura intelectual". Evan Jabro también ha desestimado las acusaciones de manipulación electoral formuladas por Sliwa y los políticos cristianos como una reacción comprensible de los grupos políticos que han perdido las elecciones.
El “Movimiento Babilonia”, como ya informó la Agencia Fides ha obtenido 4 de los cinco escaños reservados a los candidatos cristianos por el sistema electoral nacional. El quinto escaño, asignado en el distrito de Erbil, ha sido asignado al candidato independiente Farouk Hanna Atto.
El Movimiento Babilonia nació como la proyección política de las llamadas "Brigadas Babilonia", una milicia armada formada en el contexto de las operaciones militares contra los yihadistas del Estado Islámico que llevaron a la reconquista de las zonas del norte de Irak que habían caído en manos de los yihadistas en 2014 Dirigidas por Ryan al Kildani , las "Brigadas de Babilonia" siempre habían afirmado ser una milicia compuesta por cristianos, aunque estaba documentada su conexión con milicias chiíes proiraníes como las Unidades de Protección Popular . Las siglas políticas del "Movimiento Babilonia" también se consideran cercanas a la "Organización Badr", movimiento político que, en las elecciones, se fusionó con la Alianza Fatah, un cártel que agrupaba a las siglas y organizaciones chiíes proiraníes que perdieron en la ronda electoral del 8 de octubre.
Los resultados de las elecciones iraquíes, además de la derrota del bloque de Al Fatah, también han registrado el crecimiento del Partido Sadrista, dirigido por el líder chiíta Muqtada al Sadr, que controlaba 58 escaños en el anterior parlamento y será la primera fuerza en la nueva asamblea parlamentaria, al haber obtenido 73 de los 329 escaños del parlamento. La coalición Al Fatah sólo ha obtenido 15 escaños, frente a los 48 que controlaban los mismos partidos de la coalición en el parlamento anterior, y no ha reconocido los resultados de la votación, invitando a sus partidarios a salir a la calle.
En Bagdad, los manifestantes se han reunido cerca de la “Zona Verde”, donde se concentran las oficinas gubernamentales y las embajadas. En los últimos días también se han registrado protestas similares en Basora, Kerbala y Kirkuk.
Sólo el 41% de las personas con derecho a voto han acudido a las urnas, la cifra más baja de las seis elecciones parlamentarias celebradas en Irak desde 2003, tras el fin del régimen de Saddam Hussein. Las elecciones, previstas para 2022, se habían adelantado después de que las protestas populares del otoño de 2019 mostraran un descontento generalizado con toda la cúpula política iraquí, acusada de corrupción y mala gestión.
Los resultados de las elecciones iraquíes han registrado una importante afirmación de la presencia de las mujeres en el Parlamento. Han sido elegidas 97 diputadas, mucho más que la cuota del 25% asignada por la ley .
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