Roma - Siguiendo el ejemplo de Francisco de Asís, el cardenal Van Thuan puso el don de su persona y de su vida, reconociéndose como criatura de Dios, como una piedra para construir el santo edificio de la Iglesia. Así lo ha expresado el cardenal Peter Turkson Appiah, Prefecto del Dicasterio Vaticano para el Servicio del Desarrollo Humano Integral, en una solemne eucaristía celebrada el 17 de septiembre en la basílica romana de Santa María en Trastevere, con motivo del 19º aniversario de la muerte del cardenal vietnamita, el venerable François-Xavier Nguyên Van Thuân .
En la celebración han estado presentes religiosas, sacerdotes y laicos de la comunidad vietnamita en Roma y la administradora de la causa de canonización, Luisa Melo. Entre los concelebrantes, el padre Dinh Anh Nhue Nguyen OFM Conv, Secretario General de la Pontificia Unión Misionera y Director de la Agencia Fides, ha anunciado su intención de organizar el próximo año, con motivo del 20º aniversario del nacimiento al cielo del Cardenal Van Thuan, una semana especial de espiritualidad sobre el tema “La santidad en el mundo contemporáneo”, para conmemorar y profundizar el precioso legado del Cardenal.
En su homilía, el cardenal Turkson ha explicado: “Hoy recordamos su vida y su extraordinaria experiencia de fe. Nos unimos en la oración para encomendarlo a Dios y rezar por su beatificación. Estamos reunidos para renovar nuestra esperanza en el Dios de la Providencia”.
Refiriéndose a la primera lectura de la liturgia , el cardenal Turkson ha recordado que “cada uno de nosotros ha recibido dones de Dios, como la fe, la profecía, la caridad. Y el cardenal Van Thuan, siguiendo el ejemplo de Francisco de Asís - cuyo nombre llevaba-, construyó la Iglesia con los dones que recibió de Dios. El Cardenal nos sigue enseñando que los dones recibidos no son para nuestro propio uso: son para la comunidad. Hoy es un guía y un punto de referencia para la Iglesia en Vietnam”.
Durante la misa, los fieles presentes han rezado por todos los que sufren persecución por su fe en Vietnam y en otras partes del mundo y por la misión del Dicasterio para el Servicio del Desarrollo Humano Integral, para que su trabajo esté siempre acompañado por la intercesión del cardenal Van Thuan.
Los fieles vietnamitas y muchos de los que le conocieron recuerdan su extraordinaria experiencia cristiana, marcada por las vicisitudes de la cárcel y la persecución, y le describen como “una persona siempre llena de luz, de alegría, de paz interior, un hombre en el que brillaban las virtudes de la humildad, la sencillez y la caridad”.
Hoy el camino hacia la beatificación del Cardenal, declarado Venerable por el Papa Francisco el 4 de mayo de 2017, espera el milagro para su plena realización. El Dicasterio para el Servicio del Desarrollo Humano Integral, que el cardenal Van Thuan presidió en el pasado, cuando se llamaba "Consejo Pontificio para la Justicia y la Paz", se ha comprometido a promover el conocimiento de la vida y la espiritualidad del cardenal vietnamita, como un regalo para la Iglesia universal.
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