Iquique – El viernes 24 de septiembre, las fuerzas de policía desalojaron la ex Plaza Brasil, de la ciudad de Iquique donde se habían acampado grupos de migrantes venezolanos llegados en gran número a Chile en las últimas semanas. “fuimos testigos de golpes a menores de edad y mujeres embarazadas, sin entregar una posibilidad que albergara a quienes fueron desalojados y agredidos” ha denunciado Red Clamor Chile, pidiendo “el respeto de la integridad y dignidad de todas las personas y, sobre todo, el velar por los derechos humanos de niños, niñas y adolescentes”. El sábado 25 de septiembre, durante una Marcha contra la inmigración ilegal, “un grupo insultó, despojó y luego quemó ropa, enseres y carpas de personas que vienen huyendo de un conflicto” sigue denunciando Red Clamor, que reitera: “actos como estos atentan contra la construcción de una sociedad humana, acogedora e inclusiva, y pasan a llevar el derecho a una vida digna y segura para todas y todos”.
“Reiteramos nuestro rechazo a las expulsiones de migrantes que han contribuido a generar un clima de odio, de criminalización y estigmatización que exacerba la crisis de gobernabilidad migratoria que hoy enfrentamos” continua.
En la declaración recibida en la Agencia Fides, Red Clamor pone de manifiesto que para lograr una solución real y seria a la situación que se vive en el norte de Chile, se debe incluir, al menos: el acceso a albergues con condiciones sanitarias adecuadas, salud, alimentos y el inicio de procesos de regularización; que el poder ejecutivo escuche a las autoridades locales y
convoque a mesas de trabajo para abordar multidimensionalmente la crisis; cambiar la actual política migratoria; coordinar acciones internacionales y de diálogo diplomático con otros países para
abordar el fenómeno migratorio a nivel regional.
“De continuar con las actuales políticas migratorias se seguirá complejizando la convivencia entre las comunidades locales y migrantes – pone de manifiesto Red Clamor -. Nadie quiere que se perpetúe un círculo de irregularidad, exclusión e incluso violencia frente a las personas migrantes. Es urgente un cambio de timón en las políticas del gobierno que sea inclusivo, participativo, humanitario e internacional”.
El Departamento de Pastoral de la Movilidad Humana de Incami, Obispado de Valparaíso, ha comentado la situación en un comunicado el 26 de septiembre: “Los hechos ocurridos en el norte del país nos han dolido, es triste ver a los seres humanos enfrentados. Hoy rezamos y pedimos a todos los responsables que busquen pronto respuestas a estos desafíos, en los que la cuestión central es la protección de las vidas humanas. No podemos permitir una nueva epidemia, pero esta vez de odio, racismo y xenofobia. A la luz del Evangelio estamos siempre a favor de la vida, especialmente en tiempos de crisis humanitaria. Que nuestras fronteras se conviertan realmente en lugares privilegiados de oportunidad y encuentro”.
“Se trata de una humillación inaceptable hacia los migrantes vulnerables”, ha declarado Felipe González, el Enviado Especial de las Naciones Unidas para la Migración, a través de twitter. “El discurso xenófobo que identifica la migración como criminalidad, cada vez más frecuente en Chile, alimenta este tipo de barbarie”.
Publicar un comentario