Roma - Del 20 al 22 de septiembre se ha celebrado la conferencia internacional "Migrantes y peregrinos como todos nuestros padres" - "Teología de la movilidad humana en el siglo XXI", promovida y organizada por la Unión Internacional de Superiores Generales , la Unión de Superiores Generales y el Scalabrini International Migration Institute .
El acto, en que se han realizado sesiones de trabajo en grupo, contó con más de 250 participantes pertenecientes a unas 70 congregaciones religiosas que trabajan en todo el mundo. El objetivo, según la nota recibida por la Agencia Fides, ha sido afrontar junto con las Iglesias locales de los países de salida, tránsito y acogida, los retos que plantea la migración. Los ponentes han presentado y debatido el estado de sus investigaciones, con el fin de responder a la realidad de los movimientos migratorios actuales mediante una reflexión abierta a la acción.
Los trabajos han sido abiertos por el cardenal Joao Braz de Aviz, Prefecto de la Congregación para los Institutos de Vida Consagrada y las Sociedades de Vida Apostólica, quien, tras recitar la oración para la Jornada Mundial del Emigrante y del Refugiado, que se celebra el domingo 26 de septiembre, ha recordado cómo «conjugar la reflexión bíblica, teológica y pastoral con la acción de las personas consagradas a favor de los emigrantes» es «un testimonio concreto que indica un estilo a seguir». No sólo es un estilo a seguir, sino que cuidar de nuestros hermanos y hermanas obligados a huir «es una responsabilidad ineludible». Porque todos somos migrantes y la tierra es de Dios», ha afirmado el cardenal Silvano Maria Tomasi.
Entre los discursos de apertura se encuentran los de Fabio Baggio, Scalabriniano y Subsecretario de la Sección de Migrantes y Refugiados del Dicasterio para la Promoción del Desarrollo Humano Integral, y del P. Leonir Chiarello, Superior General de los Misioneros Scalabrinianos. «Para hacer teología pastoral hoy, hay que saber montar la tienda entre el pueblo de Dios. En particular, como nos recuerda el Papa Francisco, tenemos que saber poner nuestra tienda entre los habitantes de las periferias existenciales; esto nos permite escuchar al pueblo de Dios, leer juntos los signos de los tiempos y, sobre todo, aprender el significado de la fe de los fieles», ha dicho el P. Baggio. Este camino debe ir acompañado de una «profundización sistemática», dada «la complejidad y la rapidez de los cambios, así como la amplitud de los actores implicados en el fenómeno migratorio, que son los migrantes, los refugiados, los desplazados, los marineros y todos aquellos que, de una u otra manera, experimentan una forma de desarraigo», ha subrayado el P. Leonir Chiarello.
Además, se han compartido muchas buenas prácticas a nivel local, explorando tanto la realidad de la migración -a menudo forzada y debida a conflictos, persecuciones, graves desequilibrios económicos y de desarrollo, y el cambio climático en curso- como el compromiso con el proceso de curación física, psicológica y espiritual de esta «gran comunidad de migrantes, entre los que se encuentra el grupo más vulnerable de los refugiados, los acampados en grandes campos de refugiados, las víctimas de la trata, los niños y los adultos; que son nuestro dolor y una herida que tenemos como humanidad» y sobre la que debemos «reflexionar para alimentar e iluminar nuestras conciencias y las de nuestras comunidades, la Iglesia y la sociedad», ha dicho por su parte la hermana Jolanta Kafka, presidenta de la UISG. «No olvidemos –ha proseguido el P. John Larsen, representante de los delegados de la USG -, que está en nuestro ADN como 'gente del Libro' apasionarnos por el ministerio de los migrantes».
En estos días de reflexión y diálogo han surgido “caminos para la acción”, concluye el P. Aldo Skoda, director del SIMI. «Hoy más que nunca, la migración es un fenómeno que desafía a la sociedad y a la Iglesia. Además de las cifras y las estadísticas, es importante tener en cuenta el rostro humano de quienes, siendo niños, hombres y mujeres, lo han dejado todo atrás. En esto, la Iglesia siempre ha soportado el peso del sufrimiento, pero también las esperanzas de los hombres y mujeres de diferentes épocas y culturas. Un punto de referencia importante es sin duda la acción y el magisterio del Papa Francisco, ya que “el reto no es sólo qué acción pastoral para y con los migrantes queremos llevar a cabo, sino también qué rostro de la sociedad y de la Iglesia queremos construir juntos, para un ‘nosotros’ cada vez más grande”, que es también el mensaje de la Jornada Mundial del Migrante y del Refugiado que celebraremos el próximo domingo». Las sesiones plenarias del evento están disponibles en el canal de YouTube de las UISG.
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