“Queremos dar las gracias a todos los que han ofrecido oraciones y súplicas por la pronta liberación de nuestro hermano sacerdote y de los otros muchos que aún están en manos de sus secuestradores. Seguimos rezando por los que aún siguen cautivos”, ha dicho el P. Uchechukwu, invocando la intercesión de Nuestra Señora de Guadalupe.
Los sacerdotes de la diócesis de Kafanchan han sido invitados a celebrar una misa de acción de gracias por la liberación de su hermano.
El comunicado no dice exactamente cómo y cuándo el sacerdote ha recuperado su libertad, ni si se ha pagado un rescate, pero sí subraya que el padre Benson ha sido liberado “apenas 24 horas después de su secuestro”.
“El secuestro para pedir rescate es actualmente la industria más lucrativa en Nigeria”, afirma Bulama Bukarti, analista principal de la unidad de políticas sobre extremismo del Instituto Tony Blair para el Cambio Global. Se trata de una industria constituida no sólo por secuestros de personas, sino sobre todo por secuestros masivos, especialmente de estudiantes. Desde diciembre de 2020, más de 1.000 estudiantes y empleados nigerianos han sido secuestrados y mantenidos como rehenes por bandas criminales en los densos bosques del noroeste del país.
Esta plaga ha obligado a las autoridades del estado de Kaduna a suspender las clases en las escuelas locales porque no pueden garantizar la seguridad de los alumnos.
Todavía hay 300 alumnos que no han sido devueltos a sus familias.
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