Nuevo Casas Grandes – “Recordemos que la dignidad humana y los derechos fundamentales no son una cuestión de votación, sino de reconocimiento y respeto” reitera con fuerza Mons. Jesús José Herrera Quiñones, Obispo de Nuevo Casas Grandes, Responsable de la Comisión episcopal de Vida, en una declaración dirigida a la opinión pública, recibida también en la Agencia Fides.
Hoy lunes 6 de septiembre de 2021 se tiene previsto que el Pleno de la Suprema Corte de Justicia de la Nación discuta tres asuntos relacionados con el reconocimiento del derecho humano a la vida en la constitución de Sinaloa, con la pena por el delito de aborto en el estado de Coahuila y con el derecho humano a la objeción de conciencia en la Ley General de Salud. “Estamos en una época de cambio y experimentamos una crisis en torno a muchas situaciones de la vida humana – subraya Mons. Herrera Quiñones -. Vemos una pérdida en el sentido de Dios que termina en una pérdida del sentido del propio hombre; el individualismo que lleva a no fijar la mirada en el otro, sobre todo el que sufre o es más vulnerable llegando incluso a descartarlo; el relativismo moral y ético que abre las puertas a graves atentados contra la vida y la dignidad humana”.
En nombre de la dimensión vida de la Conferencia del Episcopado Mexicano, y en comunión con los demás obispos de México, Mons. Herrera Quiñones “con humildad y claridad en este momento de dificultad, zozobra, ambigüedad e incertidumbre nacional en relación a la cultura de la vida”, recuerda que “el ser humano, hijo de un padre y una madre, cuya vida inicia en el momento de la concepción, debe ser reconocido en su dignidad en todas las etapas de su vida, y merece la misma protección de la ley ante acciones que pudieran atentar contra su integridad”. Además recuerda que “la conciencia es el sagrario íntimo del ser humano y no puede forzarse a alguien a actuar en contra de los dictados de su conciencia”. Ante el ataque cada vez más fuerte de la cultura de la muerte, y a la serie de desafíos que el pueblo debe hacer frente, los Pastores, están llamados a iluminar y dar, así, “razón de nuestra esperanza” ”. Con la esperanza de que la resolución de los Ministros de la Suprema Corte sea la de la justicia que “da a cada quien lo suyo, y en este caso otorgue la protección equivalente a la madre y al hijo no nacido”, Mons. Herrera Quiñones reitera la confianza de los obispos en que sea reconocido el derecho fundamental a la objeción de conciencia del personal de salud para “no verse obligado a participar en un acto que atente contra sus convicciones personalísimas o contra su fe”.
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