El 3 de febrero se introdujeron medidas de confinamiento social y distanciamiento, que incluyen prohibiciones de todas las reuniones sociales, como eventos deportivos, eventos religiosos, incluidas misas dominicales, oraciones en mezquitas, funerales, bodas y eventos políticos.
El gobierno de Sudán del Sur también ha ordenado un nuevo cierre de escuelas, universidades y otros establecimientos educativos. Sólo están exentos los estudiantes que tienen que realizar exámenes “con la observancia de estrictas medidas de protección”.
“Por la seguridad de todos, las misas y las actividades pastorales en las parroquias están suspendidas hasta nuevo aviso del grupo de trabajo del Ministerio de Salud”, se lee en el comunicado del obispo de Wau, quien ha instado a los fieles a seguir las misas dominicales y los programas de espiritualidad a través de la Radio Católica Voice of Hope.
El arzobispo Remijio también recomienda “observar el distanciamiento social, lavarse las manos con agua y jabón, usar mascarillas y evitar los apretones de manos” y pide “una reducción en el número de trabajadores manteniendo solo a los que ocupan puestos clave y cumplir con todas las medidas del protocolo anti covid”.
Mons. Remijio también ha lanzado un llamamiento a los sursudaneses para que no pierdan la esperanza, sino que sigan rezando.
El grupo de trabajo nacional anti Covid ha decretado el cierre de bares y discotecas, mientras que los restaurantes pueden operar adoptando estrictas medidas de protección. El transporte público se ha reducido a la mitad y los pasajeros deben usar mascarillas y respetar el distanciamiento social.
Sudán del Sur registra hasta la fecha 4.532 contagios por Covid-19, con 68 víctimas. El Reino Unido ha enviado una primera entrega de 864.000 dosis de vacuna.
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