Sacrofano - “La proclamación del Mes Misionero Extraordinario de octubre de 2019 por el Santo Padre Francisco, me induce a dedicar mi reflexión sobre las Obras Misionales Pontificias en torno a esta oportunidad providencial”: con estas palabras el Cardenal Fernando Filoni, Prefecto de la Congregación para la Evangelización de los Pueblos y Presidente del Comité Supremo de las Obras Misionales Pontificias, ha inaugurado esta mañana los trabajos de la Asamblea General Anual de las Obras Misionales Pontificias .
“El octubre 2019 debe ayudar a todo el Pueblo de Dios a renovar su conciencia de la responsabilidad bautismal con respecto a la misión de la Iglesia hacia la evangelización del mundo entero, - ha subrayado el Cardenal-. Entonces podemos reiterar claramente que el propósito de esta iniciativa eclesial es el de querer orar, desear ser educados por el ejemplo de tantos santos testigos y mártires de la misión, reflejar y vivir la caridad fraterna para que la missio ad gentes se convierta en paradigma, fuente, modelo ejemplar e inspirador, criterio de trabajo y de evaluación de todo el obrar de la Iglesia”.
“Renovar evangélicamente la misión de la Iglesia en el mundo es lo que pidió Benedicto XV en la Maximum Illud. La misma invitación apremiante fue repetida por el Papa Francisco: Renovar con el Evangelio y reformar con la misión son los dos aspectos que expresan una petición explícita de una conversión renovada de la Iglesia a Cristo”, ha reiterado. En este sentido, el Prefecto del Dicasterio Misionero se ha centrado en dos aspectos: “la santidad como forma de nuestra vida cristiana y de nuestro servicio personal misionero eclesial en las Obras Misionales Pontificias, y la reforma de la santidad eclesial de nuestras estructuras como Obras Misionales Pontificias”.
Partiendo de la afirmación de la Maximun Illud: “Quien predique a Dios sea un hombre de Dios”, el Cardenal Filoni ha dado las gracias a los Directores Nacionales por su servicio a la misión y ha subrayado que “todo lo que somos y hacemos es el resultado de nuestro encuentro personal con Jesucristo vivo en su Santa Iglesia”. El Cardenal ha definido también como “una forma objetiva de santidad” la transparencia de la administración de las direcciones nacionales, de la colecta y de la transferencia de los fondos recaudados para la misión de la Iglesia: “La transparencia administrativa de los Secretariados Internacionales, de las Direcciones Nacionales y Diocesanas se vuelve a su vez, un estímulo y desafío exigente para que las Iglesias particulares sean honestas y transparentes al recoger y entregar en su totalidad la contribución que los fieles y los pastores desean hacer al Santo Padre para el compromiso de la evangelización de todo el mundo”
El Mes Misionero Extraordinario de octubre 2019 es una ocasión providencial para “mirar con valentía la urgente necesidad de reformar las estructuras de las Obras Misionales Pontificias”, ha proseguido el cardenal, invitando “a mirar hacia las estructuras centrales, nacionales y diocesanas de las OMP para medir, a la luz de la misión, su efectividad en la santificación y en el servicio”. En este camino espera que “las estructuras de las Obras Misionales Pontificias puedan reflejar la invitación a renovarse para renovar evangélicamente la misión de la Iglesia en el mundo de hoy”. El corazón alrededor del cual pensar una reestructuración sustancial de las Obras Misionales Pontificias es “la formación a la misión con el paradigma específico de la missio ad gentes”.
Sobre este tema, ha destacado algunos puntos: la animación misionera representa el esfuerzo de renovación de todas las Obras; formarse en y para la misión de Jesús en la Iglesia significa servir a la comunicación del Evangelio como anuncio y testimonio; es necesario tener conciencia bautismal y conciencia de la dimensión católica de la fe cristiana; la misión representa la dinámica interna de la fe; se necesita un compromiso integral de educación en la fe cristiana donde la dimensión intelectual y didáctica se ponga al servicio y se integre bien con la necesidad de una conversión de la vida y con el compromiso del testimonio.
El Prefecto del Dicasterio Misionero ha exhortado: “Renovemos nuestro compromiso en el camino hacia la unidad de las cuatro obras, nacidas individualmente, inspiradas en el mismo deseo carismático de servir a la misión de la Iglesia y a la responsabilidad bautismal de todo el pueblo de Dios donde la oración, la ofrenda espiritual, la ayuda material y la reflexión teológica deben articularse dentro de un proceso orgánico de formación misionera permanente”.
En parte, este viaje ya se ha realizado y continúa en la preparación del Mes Misionero Extraordinario: “Este no es un proceso de unificación, sino una sinergia de trabajo y una comunión en servicio”, ha dicho el Cardenal Filoni, quien ha concluido reafirmando esta prioridad: “La formación misionera no puede considerarse periférica en la vida ordinaria de la pastoral de las diócesis y parroquias, asociaciones y movimientos eclesiales. Es una dimensión esencial. Los Directores Nacionales y Diocesanos deben ser la herramienta eclesial que los Obispos tienen a su alcance para cumplir con su responsabilidad pastoral de hacer de la misión un verdadero paradigma de la vida y acción de las Iglesias particulares que les han sido confiadas”. .
Link correlati :El texto completo del discurso del Card. Filoni (en italiano)
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