Managua – "La paz que estamos buscando no es la paz de los cementerios, ni la de los esclavos sumisos, es la paz que nace de las personas reconciliadas. Hemos aceptado ser mediadores del Diálogo Nacional no para invitar a las delegaciones extranjeras o internacionales. Nosotros, como obispos, aceptamos la oportunidad de reunirnos con diferentes grupos, con el fin de presentar nuestras preocupaciones y nuestra desconfianza en los acuerdos anteriores sin transparencia y en secreto": estas son las palabras de Monseñor José Silvio Báez, obispo auxiliar de Managua, encargado por la Conferencia Episcopal de Nicaragua para informar a la prensa sobre el proceso de diálogo nacional que se desarrolla en el Seminario en Managua.
En rueda de prensa de ayer el Obispo ha querido resaltar, a través de un video enviado a la Agencia Fides que "se ha terminado el juego sucio en Nicaragua, no más engaño, nada de juego sucio o en secreto! Nosotros, como obispos, no aceptaremos que suceda esto en este diálogo , no se verá! " Al final dijo: "Les decimos una cosa: deben confiar en los Obispos, no queremos decepcionar a nadie! ¡Hacemos todo lo posible por el amor de Jesucristo y por el amor de nuestro país, Nicaragua!"
Sigue el Diálogo Nacional que ha logrado sentar en la misma mesa al presidente Ortega, a los empresarios, a los estudiantes y representantes de la sociedad para buscar soluciones a la situación de crisis social y política que vive el país, y que ya han producido más de 70 muertos . En el tercer día de trabajo, el lunes 21 de mayo, los estudiantes presentaron su solicitud al presidente Ortega para que dejara el cargo. El representante estudiantil, Lesther Alemán, dijo que la crisis continuará en Nicaragua hasta que el presidente Daniel Ortega continúe en el poder: "Podemos ser pocos pero hay miles que nos apoyan afuera, más bien, millones" dijo.
En nombre del gobierno, Denis Moncada, se quejó de que, junto con la protesta de los estudiantes universitarios en las manifestaciones hay actividad criminal, y añadió que las barricadas hechas por los estudiantes violan los derechos a la movilización y causan pérdidas a la economía.
En su discurso Medardo Mairena, un representante de los agricultores y campesinos, argumentó que no se puede pedir a los manifestantes para quitar las barricadas, porque no hay garantías sobre la seguridad una vez abandonadas las calles y entradas a las ciudades. Al final del día, los participantes del Diálogo acordaron implementar las recomendaciones de la Comisión Internacional de Derechos Humanos, que, entre otras cosas, establece: poner fin a la represión, garantizar el derecho a protestar, "crear un mecanismo de investigación internacional sobre los actos, sobre la violencia que se produjo, con garantías de autonomía e independencia para garantizar el derecho a la verdad e identificar adecuadamente a los responsables".
Publicar un comentario